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O eso espero. No hay palabras para expresar mi agotamiento físico (como aspecto negativo) y musical (si existe tal cosa, como aspecto positivo) tras el arrollador concierto de hoy. Sí, sí, de hoy. Normalmente escribiría mi opinión acerca de un concierto el día siguiente al del evento, pero en este caso el concierto acabó a las 1:37 a.m. de hoy viernes, 27 de mayo de 2005. Pero eso es ya el final, volvamos al principio.

La crónica de la jornada en lo que a la cita musical se refiere comienza para mí sobre las 19:20, hora en la que partimos mi hermano y yo hacia la sala Macumba. A nuestra llegada a la entrada del recinto nos agrada comprobar un número de personas mucho más modesto que en el concierto de Diamond Head y Megadeth. Con ello supusimos que habría menos gente que la vez anterior, y podríamos disfrutar más cómodamente. Llegamos poco antes de la hora anunciada de apertura de puertas (20:00), así que nos dispusimos a esperar un poco. Y seguimos esperando. Y esperando. Y esperando aún más… bueno, os haréis una idea más exacta de la situación con contar que la cola empezó a moverse a las 21:00 aproximadamente. Como comprenderéis esto no ayudó mucho a entrar con buenos ánimos al concierto.

Afortunadamente, estando en la primera parte de la cola, entramos pronto y nos pudimos colocar fácilmente en una excelente posición, en segunda fila tras dos personas de discreta estatura, centrados pero un poco hacia la izquiera del escenario, subidos sobre la plataforma que sujetan las barreras. En el escenario parecen estar haciendo todavía algo de montaje y pruebas de sonido de los teloneros, así que nos dispusimos a esperar un poco. Y seguimos esperando. Y esperando. Y esperando aún más… ¿os suena de algo? Tras una aparentemente interminable y en todo momento exasperante espera, finalmente comienza la actuación de los suecos/estado-unidenses Meldrum, unos absolutos desconocidos para mí. El cuarteto es como The Coors [wiki], pero totalmente distintos. Una guitarrista vestida de guerrillera, una bajista con un traje de muñeca con motivos frugales, una cantante de voluptuosas curvas, bajita, con aspecto de «Barbie Motera Psicópata»?, y el batería, único integrante varón del grupo.

Lo primero que me sorprendió fue conocer su relación con Motörhead [wiki], con los que han estado de gira. De hecho, la cantante presentó una de las canciones como compuesta o escrita por Lemmy (no me quedo muy claro). La canción en sí no estuvo mal, al igual que el resto de canciones. Quizás tuvieron un principio un poco suave, y con el público algo cansado de esperar. Además, las dos primeras canciones parecían indicar otro concierto con la «maldición del bajo» que me persigue de un tiempo a esta parte. No se oía nada. En todo caso solucionaron el problema que hubiese, y al cabo de un rato empezaron con canciones bastante buenas. Como actuación no estuvo mal, y el público parecía entretenido, aunque por lo general había una gran mayoría de personas más atentas a la vestimenta de la cantante que a la música en sí (y debo reconocer que yo también deleité mi mirada un poco, uno no es de piedra…). No sería hasta la última canción que la sala respondiese de forma masiva, siendo el tema una versión «dedicada a un buen hombre»: Walk de Pantera [wiki].

Habiendo terminado la actuación de los teloneros con una canción perfecta para ponerse a tono, expectantes por el plato fuerte de la velada, nos dispusimos a esperar un poco. Y seguimos esperando. Y esperando. Y esperando aún más… ¿déjà vu? Durante la espera, algunos imbéciles que no daban la talla (para ver por encima de nuestros hombros) intentaron apartarnos a mi hermano y a mí a la fuerza, y viéndose frustrados en su intento, se tuvieron que retirar tras decir alguna memez y tirarnos una cerveza.

No sería hasta ligeramente pasadas las 23:00 (lo que supone dos horas de retraso respecto a la hora prevista, de pie, con el hilo musical), que sonase la música de El Padrino [wiki]. Estando colocados entre los monitores centrales y los del bajo, teníamos una vista perfecta del escenario. Y llegó el momento.

Salen al escenario y, sin presentación, Black Label Society [wiki] empieza a tocar «Stoned and Drunk» mientras los fotógrafos colocados a pie de escenario intentan capturar la imponente figura de Zakk Wylde. Sólo con los primeros segundos de actuación ya se podía presagiar una actuación memorable. En primer lugar por el sonido. Desde donde yo estaba la mezcla era perfecta, con la guitarra de Zakk por encima de la de Nick Catanese, sin enterrarla, unos tonos del bajo de James Lomenzo, y una presencia muy bien nivelada de la batería de Craig Nunenmacher. Además la voz suena perfecta, sin saturar, al mismo nivel que los instrumentos. Por otro lado, todos los componentes salen con fuerza, echándose sobre el público todo lo posible. Los fotógrafos disparan continuamente durante las dos primeras canciones, mientras Zakk les regala unas cuantas posturitas. Yo mientras me lo pasaba como un enano, disfrutando del saber hacer en el escenario del grupo, mientras babeaba por la sucesión de guitarras que sacó el líder del conjunto:

· Les Paul Bullseye Custom, de Gibson
· Randy Rhoads Polka Design Flying V, construida por GMW.
· Les Paul Buzzsaw Custom, de Epiphone
· Dimebag Razorback Custom, de Dean

El modelo de la primera guitarra es el clásico de Zakk, mientras que la segunda guitarra es relativamente reciente. Los otros dos diseños ya fueron anunciados en este mismo blog, aquí y aquí, y tuvieron una cierta relevancia en el concierto. La última por ser la que usó para tocar la canción que dedica a Dime en cada concierto, «In This River», y la anterior porque se convirtió en la sustituta de la primera cuando ésta parecía que se había estropeado. Sin embargo no era la guitarra lo que fallaba, como se comprobaría instantes después del cambio, al quedarse las guitarras sin sonido.

Hubo que parar la actuación, y tardaron un rato en contarnos que el transformador que utilizaban para adaptar todo el equipo americano (a 125) de las guitarras había reventado. El grupo se retiró del escenario para dejar trabajar y volvieron en cuanto estuvo todo listo. En todo caso, mientras estuvieron en el escenario no desatendieron en ningún momento al público. Batería y bajo continuaron con acompañamientos rítmicos hasta que tuvieron que abandonar el escenario, para mantener la atención de los espectadores.

Ya había pasado la medianoche cuando se reanudó el concierto, y a partir de ahí no hubo más problemas aparentes. Mi mayor temor era que Zakk se cabrease por el accidente y decidiese acortar el concierto, pero ocurrió todo lo contrario. Cada canción era más intensa que la anterior, con sólos más largos y elaborados que en las versiones originales, ofreciendo de principio a fin el mejor espectáculo posible. Un ejemplo perfecto fue «In This River», cuya versión en directo le da un millón de vueltas a la grabada: sólos y feelings de una melodía exquisita, un fraseo alternativo del estribillo, y con la mejor voz posible de Mr. Wylde. Zakk fue todo un espectáculo, tocando con la guitarra a la espalda, con los dientes, citando al público… y sus acompañantes no se quedaron cortos. Nick estuvo muy metido en el concierto, no se acercó mucho por nuestro lado, pero sí que miraba hacia nosotros, y respondía a los saludos, animando al público. En cuanto a James sólo puedo decir que la veteranía es un grado, y que ese hombre es un crack en el escenario. Siempre atento al público, pasando cervezas y regalando púas a diestro y siniestro. Y hablando de cervezas: este ha debido ser el concierto de los que he presenciado donde ha habido una mayor circulación de latas y minis de cerveza del escenario al público. Gracias a mis largos brazos pude coger varias latas que nos tiró James y un mini que me acercó Zakk. En definitiva, merecía la pena estar en primera fila :P.

Yo creo que se regaló tanta cerveza porque Zakk no podía beber más. Acabó el sólo con una colección impresionante de minis de cerveza que, si bien le dieron cierta «alegría» a su comportamiento (especialmente notoria hacia el final del concierto), sólo mejoraron su forma de tocar. Temas como «Doomsday Jesus», «Stillborn» y «Genocide Junkies» se mezclaron con «Bleed For Me» o «Spoke In The Wheel». Todos ejecutados mejor que en los discos, dando el 110% y sin escatimar en extensiones de las canciones. Del último disco cayeron, «Been A Long Time», «Fire It Up» y «Suicide Messiah», junto a la ya mencionada «In This River», que terminó con ojos llorosos de Zakk.

La velada tuvo una más que agradable sorpresa. El grupo se retira del escenario mientras Zakk se queda… con una guitarra acústica. Se acomoda junto a la batería y una serie de minis de cerveza, y continua el espectáculo. Empieza con una demostración de técnica alucinante, durante varios minutos. Y entonces ocurre algo totalmente inesperado: empieza a tocar «Machine Gun Man» después de que un par de personas se lo pidiesemos a voz en grito. Los pocos que parecíamos conocerlo hacemos un esfuerzo por cantarla por él, ya que ni siquiera había salido con un micrófono. Tras el primer estribillo sale con otro sólo, parando algunas veces para saludar y echar varios tragos. Y entonces llega a otro pequeño regalo: «Mama, I’m Coming Home». El público la reconoce al instante, y la canta con más entusiasmo que afinación. A Zakk se le ve contento, divertido seguramente por la carencia de dotes para el canto del público, que abrevia la canción a un par de estrofas, y termina con unos «I’m coming home» más voluntariosos que afinados.

A lo largo de todo el concierto Zakk habla lo justo, y cede el protagonismo a ratos a sus músicos e incluso a uno de sus técnicos, que sale a cantar junto con el grupo y darles más cerveza. Evidentemente Zakk atrajo casi toda la atención de la actuación, pero sus músicos se ganaron a pulso todos los aplausos que les dedicó el público. Podría extenderme muchísimo más con todos los detalles de clase y calidad que se pudieron apreciar, pero creo que ya he escrito suficiente. Con todo seguro que se me olvida más de un detalle importante, pero me da a mí que queda suficientemente patente mi satisfacción por las actuaciones del concierto. Lástima que hubiese tantos problemas como hubo, que hizo que tuviesemos que salir corriendo para coger el último metro, totalmente machacados, con la espalda y las piernas sobrecargadas.

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Ha llegado el momento. Por primera vez en España, podremos ver en directo lo que muchos hasta la fecha sólo hemos visto en video. ¡Fire It Up!

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Es posible que haya quedado suficientemente patente que soy una persona que aprecia el humor por encima de muchas otras cosas. Cierto es que mi sentido del humor puede ser tildado de pueril y/o inmaduro, y supongo que es esa característica la que hizo que hace una temporada me fijase en cierto video de un grupo británico llamado The Darkness [wiki]. Quizás no era un grupo técnicamente impresionante, pero desde luego que llamaban la atención, resultaban divertidos, y además, la música era pegadiza y agradable de escuchar.

Notaréis mi uso del tiempo pretérito en el anterior párrafo. Esto es debido a que el bajo del grupo (y no me refiero a su estatura), Frankie Poullain, ya no forma parte del mismo, debido a «diferencias musicales», según los miembros restantes del otrora cuarteto. En principio, esto no supone el fin del grupo, pero me imagino que conllevará cierto cambio de orientación en su rumbo musical. Teniendo en cuenta que el próximo disco estará producido por Roy Thomas Baker (productor de Queen [wiki]), me pregunto qué clase de sonido estarán buscando para su segundo disco. Supongo que mucha gente no se los tomará en serio como grupo, sobre todo dentro del mundillo del rock, tan propenso al elitismo, pero a mí me parece que se lo han currado, y al menos tengo curiosidad por escuchar su siguiente trabajo.

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Para ir poniéndose a tono para el concierto de Black Label Society [wiki] en su primer día de gira por España, están disponibles algunos videos del último disco. A disfrutar.

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Gracias a Cristóbal por revelarme la existencia de este otro personaje: