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Una vez más me siento impulsado a plasmar mis impresiones sobre el último concierto al que asistí.

Ya que puedo extenderme lo que me apetezca, empezaré por el día anterior. Una agradable velada con unos amigos fue seguida de una muy mala noche en la que apenas pude dormir, lo que hizo que a mediodía del sábado me estuviese cuestionando la posibilidad de no ir al concierto. Con la entrada ya comprada, opté por ir y decidir in situ si quedarme o vender mi entrada (al mismo precio que la compre, ojo). Dado mi cansancio y malestar generalizado salí para llegar allí media hora antes de la apertura de puertas, sabiendo que seguramente tendría que esperar un buen rato en la cola.

El fresco de la tarde me sentó bastante bien, y al rato empezé a arrepentirme de no haber llegado un poco antes para haber cogido mejor sitio. Como viene siendo costumbre en los conciertos a los que asisto, había pasado la hora de apertura de puertas y aquello se mantenía cerrado a cal y canto. Calculo que no sería antes de las siete menos diez que empezó a entrar la gente. Para esa hora la cola que estaba formada era más larga que la de Ron Jeremy: Desde la entrada de La Riviera, subía por el paseo bajo de la Virgen del Puerto, entraba al paseo de la Virgen del Puerto, se doblaba sobre sí misma y cruzaba hasta entrar en el puente de Segovia. En comparación con los que estuviesen al final de la cola, mi puesto era un lujo, lo que no evitó que, cuando por fin entré, me hubiese perdido casi un tercio de la actuación de Eric Sardinas.

Antes de hablar de los artistas quisiera hacer una «pequeña» reflexión.

Siendo La Riviera una sala con un aforo nominal de 2000 personas, y suponiendo que, en la más pesimista de las estimaciones, se hubiese vendido un 75% de las entradas, las tres personas dispuestas en la única entrada a la sala dispondrían de 1’2 segundos para cachear (para evitar la introducción de objetos peligrosos y/o bebidas no adquiridas dentro del recinto), verificar la entrada, marcarla y dejar pasar a cada persona, para que todo aquel que hubiese pagado por ver el espectáculo llegase a tiempo de ver el comienzo del mismo, suponiendo que se hubiesen abierto las puertas a la hora indicada en la entrada.

Dado que a las 23:00 los conciertos tienen que haber acabado para poder preparar la sala para su uso posterior, es obvio que estos no pueden empezar con retraso, si no se quiere recortar la actuación de cualquiera de los artistas y/o se quiere tener un mínimo margen para lidiar con cualquier problema que pueda surgir.

¿Soy yo el único al que le parece que 10 minutos (entre las 18:50 y las 19:00, aprox.) son pocos para realizar todas las comprobaciones de seguridad necesarias para dejar pasar por una única puerta a las posibles 2000 personas que han pagado por la entrada?

En fin, tampoco tuve tiempo de matenerme cabreado, ya que pretendía disfrutar todo lo posible el resto de la primera actuación. Y tengo que decir que me lo pasé como un enano. Sin haber visto nada de Eric Sardinas previamente, me encantó la presencia que tuvo en el escenario. Con el meñique de su mano izquierda enfundado en un cuello de botella, el guitarrista mostró un explosivo blues-rock que hacía mucho tiempo que no escuchaba de un artista actual. Baste decir que con un batería, un bajo y él actuando como único guitarrista en el escenario el sonido llenaba por completo la sala. Las piezas de fuerte sonido eléctrico se vieron complementadas por partes acústicas ejecutadas con tanto gusto como virtuosismo, donde el principio de economía en los recursos se vio equilibrada por la riqueza en sus usos, al más puro estilo blues.

(Si alguien pretende a ir a verlo en esta gira, le recomiendo que se salte el siguiente párrafo si no quiere estropear una buena sorpresa.)

Por si a alguien no le ha quedado claro, Eric Sardinas se salió. Y para terminar su actuación, qué mejor que bajar con el público asistente, pasearse entre nosotros, llegar a la barra central de la sala y caminar sobre la misma sin dejar de tocar ni un instante. No contento con este detalle de espectáculo, tras su regreso al escenario (previo paso, nuevamente, entre los asistentes) cogió una botella de la que tomó un par de tragos y utilizó para seguir tocando con slides el mismo tema, derramando parte del contenido sobre e instrumento y el suelo. Y, ¿qué ocurre si se pone un instrumento empapado en alcohol sobre un pequeño charco de la misma sustancia y se le echa una cerilla? Pues sí, prende fuego. Y eso pasó. El señor Sardinas depositó el instrumento en el escenario y procedió a incendiarlo, mientras que tocaba entre llamas, produciendo sonidos todavía melódicos. Tras unos instantes, apagaron el fuego y el guitarrista retomó el chamuscado instrumento para terminar el tema, sin que los otros músicos parasen de tocar. Y eso, damas y caballeros, es una increíble forma de terminar una actuación.

Tras el subidón producido por el espectáculo realizado por Eric Sardinas, sólo quedaba esperar la salida a escena de Steve Vai [wiki] y su grupo de virtuosos (Billy Sheehan [wiki], Jeremy Colson, Tony MacAlpine [wiki] y Dave Weiner), tras los pertinentes cambios en el escenario que, en esta ocasión, fueron pocos y breves.

La salida al escenario de The Breed fue precedida por la «llamada» de la guitarra de Vai, y provocó las reacciones previsibles en el público. Con todo, el comienzo de concierto no pudo ser menos esperanzador: una cuerda rota en la guitarra del virtuoso (en el primer tema, «Glorious»), la máquina de humo estropeada y soltando humo sin parar, por lo que se desconectó (cosa que permitió que Vai señalase que no era necesario por la cantidad de humo en la sala) y las luces fallando.

A pesar de todo el maestro estaba dispuesto a pasarlo bien y hacerlo pasar bien y, tras dirigirse al público y a parte de su equipo, continuó con el espectáculo. Quizás eso sea lo más destacado de su actuación, su sentido del espectáculo, adquirido sin duda de Frank Zappa: sin miedo a dirigirse al público con sinceridad, sin necesidad de más artificios de los necesarios y mostrándose abierto y expresivo en todo lo que hacía sobre el escenario. Lo más parecido que se me ocurre es un niño con un juguete que quiere disfrutar al máximo y quiere que vean como le saca partido.

Y no conseguiría transmitir esa sensación si su grupo no le siguiese el juego. La presentación que hizo de cada uno de los miembros del grupo fue acogida con aplausos para todos, pero antes de que pudiese presentar a Billy Sheehan, que dejó para el final, el público ya estaba coreando su nombre. Esto debió agradar tanto a Vai como a Billy, ya que el primero cogió la cámara que grababa su actuación y la dirigió al público, para que quedase constancia del momento, mientras que el segundo agradecía el gesto al público.

La elección de canciones repasó los 25 años que lleva Steve Vai en los escenarios, y fueron ejecutadas con la misma espectacularidad que sus atuendos. Tras los fallos del inicio, «Crying Machine» supuso el arranque en firme de la actuación, seguido por temas como «Whispering a Prayer», «Building the Church», «K’m Pee-Du-Wee» o «Lotus Feet». Es imposible señalar sólo unas pocas composiciones para hacer justicia a lo que fue el concierto.

Además los miembros de The Breed tuvieron su momento de lucimiento personal: Dave Weiner con una pieza acústica, Tony MacAlpine con los teclados, Jeremy Colson con un montaje de percusión complementario a la batería (utilizado por el percusionista de Eric Sardinas en uno de los temas del setlist de Vai, «Freak Show Excess») y después con la batería en sí, y Billy Sheehan con un increíble sólo de bajo. Por otro lado, Vai procuró llevar la atención hacia sus compañeros durante todo el concierto, hablando y jugando con ellos, como el momento en el que tocaron «Boy Girl Song».

El concierto tuvo tres partes principales (aunque sería alguna más si contásemos las veces que Vai cambió de atuendo), una primera parte «normal» (si se puede aplicar ese término en este caso), una segunda parte acústica (en la yo personalmente disfruté de manera especial cuando jugó y bromeó con Jeremy Colson) y la parte final del espectáculo, orientada claramente a dejar un buen sabor de boca, que incluyó temas como el espectacular «I’m The Hell Outta Here» o la emotiva «For The Love Of God», siendo éste el último tema del concierto. Previamente, pudimos disfrutar de una muy divertida «My Guitar Wants To Kill Your Mama» con Eric Sardinas de invitado especial, que jugó con Vai sobre el escenario mientras que Billy (que acompañaba en las voces) y Tony intercambiaban durante la canción sus instrumentos.

Y eso es todo respecto al concierto, que ya no sé qué más contar. Eric Sardinas fue una sorpresa más que grata, y espero resarcirme de no haber visto su actuación completa asistiendo al primer concierto que vuelva a dar por estos lares. Steve Vai & The Breed estuvieron a la altura de su reputación como genios musicales. Quizás por mi cansancio en algún momento hubiese agradecido tener un lugar cómodo en el que disfrutar del espectáculo, en vez de estar de pie y casi estático (y encima rodeado de humo de tabaco, como señaló Vai) desde las 18:00 hasta las 23:00, pero la música compensó el esfuerzo físico.

Con todo, la sensación de la tarde no fue completamente positiva. Tras salir del concierto me puse a pensar sobre lo mal dotada que está la ciudad de Madrid para los conciertos. No existen salas de conciertos como tales (entiéndase, para esta clase de música), con una acústica pensada a tal efecto, entradas preparadas para regular el paso de gente de forma efectiva y que ofrezcan posibilidades de aforo alternativas a las salas «pequeñas» (Macumba, Aqualung, La Riviera) y a las grandes (Palacio de los Deportes, la Cubierta, Ventas). El hecho de tener que utilizar instalaciones que tienen a diario otros usos las hace costosas de preparar e inadecuadas para determinados espectáculos, y condiciona los espectáculos a los horarios y condiciones del uso normal del recinto.

Mientras no haya alternativas, habrá que sacrificarse.

13 comentarios.

  1. 1.

    De acuerdo con TODO.
    Yo fui desde Canarias a ver el concierto y llegé 10 minutos antes de que sardinas se tirara al público gracias a la cola. Fue el primer concierto de estas características al que asistia y me parecio FATAL la organización, las condiciones del sitio, etc. El sonido sin embargo me pareció muy bueno.
    Las actuaciones, un lujo. Eric Sardinas sorprendente y Vai increible como era de esperar.

    Si tienes fotos del concierto (como la que veo de la banda) me las podrias pasar? Yo tengo algunos videos que no son ninguna maravilla, pero se ve mas o menos algo de Sardinas, incendio incluido, y el principio de Vai.

    Un saludo

  2. 2.

    Buenas. Lamento que no pudieses ver más de la actuación de
    Sardinas. Para mí fue la mejor sorpresa de la noche, porque, como tú
    dices, de Vai no te esperas otra cosa que no sea increíble.

    Por desgracia no tengo (de momento) fotos del concierto. Conozco a
    una chica que había comprado la entrada Premium EVO (con acceso a la
    prueba de sonido, charla con el grupo, etc.), pero todavía no he podido
    hablar con ella. Si consigo algún material suculento, me aseguraré de
    hacerlo accesible a través de mi blog.

    Lo dicho, espero que el próximo concierto al que asistas puedas
    disfrutarlo mejor.

    salu2

  3. 3.

    Hola. Primero tengo que decir, que no sabia de la existencia de Steve Vai y su banda hasta hace algo mas de un año. Es a mi novio al que le encanta de toda la vida. Nosotros vivimos en Francia, y un dia me enteré que «el tal Steve Vai» iba a dar un concierto a 100km de donde vivimos, asi que decidí darle una sorpresa a mi novio y compre 2 entradas y reservé un hotelito cerca del concierto.
    Nunca habia asistido a un concierto, digamos «solo instrumental».
    La sala tenia aforo para 1000 personas. Fue impresionante. Desde las 20.00h hasta las 00.30 que terminó. Yo si que pude ver a Eric Sardinas de principio a fin (que tampoco conocia), y vibré con su calidad musical. Que sonido!!!!!
    Al igual que a ti, me llamó la atencion la potencia sonora con solo tres musicos en el escenario. Y cuando salió Steve Vai, la sala se vino abajo. Fue apoteósico. Hubieron unos momentos de silencio que te ponian los pelos de punta.
    En fin, que fui a ver a Steve Vai por mi novio, y salí siendo una ferviente seguidora mas.

    Saludos,
    Maria

  4. 4.

    A pesar de que llevo desde los 14 años viendo conciertos siempre con peña (y tengo ahora 37), no pude resistirme y me fui a ver al vai yo solo (mis colegas no podían).

    Comentar que la sala republicca de Valencia estaba petada (ayer lunes 7), la peña es super alta (todavia me duelen los gemelos y el cuello para intentar ver en condiciones) y no me llevé la cámara pensando que me cachearían (y luego mucha gente llevaba).

    Pese a ello fue genial. Ya lo ví en el 91(creo) con Whitesnake en el Velodromo de Barna, pero verlo solo es increible. El sonido genial, la banda con calidad enorme y temas como «for the love of god» o » My guitar wants to kill your mama » con Eric Sardinas (que reconozco que no lo conocía y me pareció un gran guitarrista), Billy Sheehan y Tony Mcalpine fueron la hostia.

    Además me sorpredió gratamente el rollo que llevaba él bromeando con el grupo, dando gracias por la respuesta del público y con un espectáculo visual de calidad (sacó un casco con luces laser de colores, junto con una guante también con destellos y la guitarra, que con las luces y la música te quedabas pillao).

    Bueno en resumen el mejor guitarrista del mundo, un tio capaz de ponerme la piel de gallina a mi edad (y eso ya no la hace casi nadie).

    salu2

  5. 5.

    Muy bueno tu post sobre todo lo que aconteció durante aquellas magnificas 4 horas. Yo También estuve allí con mi chica y lo pasamos en grande. La verdad es que soy un incondicional de SyVy desde finales de los 80 y ya lo he visto en Madrid varias veces incluso con Sardinas…y nunca defraudan.

    Aquella noche hicimos unas fotos, si estais interesados podeis verlas en la siguiente dirección (pinchad en la septima canción…digooo carpeta ;))

    http://www.carlosrovira.com/projects/ImageManager/

  6. 6.

    bueno la verdad es que yo conoci a steve vai hace unos 4 o cinco años, nunca habia escuchado nada de el y mi profesor de guitarra me puso el fire garden suite el dia que me examinaba de guitarra clasica en el conservatorio y flipe cantidad.
    desde entonces no hago mas que escuchar su musica y ver sus conciertos pero nunca habia podido verlo hasta el 5 de este mes en madrid.
    lo que me jodio mucho es que yegue a las 4 de la tarde pero con la mala organizacion de la cola y tal me quede mas para atras de lo que desearia aunque 5 fila no esta tan mal.
    tengo muy buenas otos y muy buenos videos.
    aunque ya veo que lo habeis comentado casi todo… cabe decir que una de las cosa que mas graciosa me resulto fue cuando vai dijo…
    miren a dave weiner, oy las chicas se van a fijar en el..
    xD es la caña ese hombre no hay palabras para decir todo lo bueno que es, y cuando partio la cuerda en el primer tema que tocaba con la guitarra/espejo de dos mastiles, siguio tocando varios minutos con la cuerda rota y la guitarra desafinada, aunque se las apaño para que no sonara nada desafinado hasta que le trajeron la de un mastil.
    un puto profesional en todos los sentidos

  7. 7.

    Yo estuve ayer en el concierto que dieron en Bilbao.

    Eric Sardinas estuvo impresionante. Llámame hereje, pero me gustó mucho más que Steve Vai. La actuación de Sardinas se me hizo corta, pero la de Vai se me llegó a hacer pesada y monótona. Vale, sí, Vai es un dios de la guitarra y hace millones de virguerías, pero sus canciones no tenían hilo eran una consecución de exhibiciones de técnica sin unión entre ellas.

    El concierto de ayer fue especial. Era el cumpleaños de Eric Sardinas y hubo un par de novedades.
    1. En una de las canciones de Sardinas salió una rubia bailando y haciendo como que tocaba el bajo. Bueno, esto sí que puede que ocurriese en los otros conciertos de la gira.
    2. Al final de la canción que tocan todos juntos (my guitar wants to kill your mama), la rubia aparece por detrás de Sardinas vestida de caperucita roja y le tapa los ojos. Después se puso a bailar delante de él y se quito el vestido de caperucita y todo lo demás. Esto si que no creo que ocurriese en los demás conciertos. :-P

    P.D: Me jodiste la sorpresa del incencio, cabrón :-P
    P.P.D: ¿A qué venía lo del pollo de Sardinas? Ese tío esta colgao.

  8. 8.

    Yo lo vi en Valencia,tuve la suerte antes del concierto de encontrarme con ERIC SARDINAS y hacerme una foto con el y que me firmase es un tio genial y se porto muy bien conmigo.Entre con la actuacion de ERIC empezada y tengo que decir que es impresionante yo ya lo habia visto en otra ocasion y siempre lo da todo.La actuacion de VAi tambien me gusto para mi gusto un poco larga y demasiados temas del ultimo disco eche de menos algun tema(bad horsie,gigant ball of gold etc…)aun asi un 10 para Eric y Vai y un cero para la sala no me gusto nada.

  9. 9.

    Para un bajista como yo, el ir a un concierto de un virtuoso de la guitarra no es que haga mucha gracia…sensación que duró 2,4 segundos, el tiempo que tarde en ver que venía con the breed (Sheehan!)… sobre el concierto nada que decir, salvo que vivo en una ciudad de gigantes :P.

    A la salida a aguantar el frío y ver a las estrellas…teneís un par de fotos mía con Sardinas Y Dave en mi blog.
    http://rockarolla666.blogspot.com

  10. 10.

    buenas e estado buscando cronicas del concierto y e llegado aqui me parecio un concierto cojonudo me a encantado toda la banda a sido la ostia un concierto de 3 horas sin contar a eric sardinas que tambien se salio, la primera vez que veo a ambos y me e quedado de piedra un 10
    a me acavo de dar cuenta que ablais del de madrid, yo lo vi en bilbao

  11. 11.

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  12. 12.

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  13. 13.

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