A mí me pasa lo mismo que a Tom Gabriel Fischer:
Critical Mass: The «Monotheist» promo has leaked on the Internet already. What’s your opinion on file sharing and music downloading?
Tom: «That is a question that is almost impossible to answer? ehhmmm, I’m also one who downloads and shares files, I enjoy the Internet, I love the Internet. On the other hand, realistically speaking, I’m also a musician and I need to pay for the albums I make and I cannot go to a grocery store and take like bread and milk from the shelves and just walk out without paying and then come back the next day and expect everything to be full again. It’s very difficult, I see both sides, I’m involved in both sides. On the other hand, when I download tracks from the internet and I really like them, then I do want to have the CD too, and I want to look at the booklet and everything. It usually leads me to go and buy the CD as well, so? who am I to know what the perfect solution is? I’ve been thinking about it a lot, and if I knew the solution to all of this, and what the right way is, I probably would be a genius. I really don’t know where this is gonna lead.»
Con los libros pasa lo mismo: te los puedes bajar, imprimir y encuadernar tú mismo (o comprarlos ya copiados), pero el hecho de tener el libro en sí tiene una cierta gratificación consumista que yo no encuentro para nada mala. Hay gente que no lo siente para la música.
Mi opinión personal es que es debido a la falta de calidad en los productos:
Coges a un grupo de chicos y/o chicas conforme a la norma que elijas (punkis, jebis, poperos, folk, etc.), se ponen monos (cara al público que desean), se les da una publicidad brutal y, como muchísimo, están un par de meses «formándose» como artistas/músicos/profesionales. Y cuando ya les es imposible ocultar que son una panda de ineptos con poco o ningún gusto, se presentan como «figuras relevantes» del panoráma musical pertinente y se dedican a vivir de las rentas del producto de publicidad que han sido (véase Ramoncín, entre muchos otros). Algunos, (los pocos) tendrán la decencia de explotar su experiencia utilizando su imagen (que es lo único que hacen) para hacer actividades para las que puedan estar cualificados, como presentar programas de televisión, por ejemplo.
Y que conste que no me quejo de que se produzcan cosas de una calidad cuestionable, mientras luego no se queje nadie (mafias y tal) de que la gente elija comprarlo o no. Llevamos ya unos cuantos siglos de comercio y la calidad (tanto de diseño como de conformidad con el cliente) siempre vende.
3 comentarios.
Sé que no tiene nada que ver con lo que estáis contando, pero vaya… me gustaría saber como contactar con vosotros para proponeros posts. He encontrado un vídeo bastante ‘raro’ de rock que me gustaría compartir, lo tengo puesto en mi blog… pero creo que a este le vendría mejor.
¡Seguid como hasta ahora que me tenéis enganchao!
Se me olvidaba…
Yo soy de los que tienen enchufado emule y soulseek todo el día, y de los que cuando ven algo interesante luego lo compran. Película o cd de música, simplemente tengo que esperar a disponer algo de dinero para que sea mío. Ya llevo unos 130 cds de música, y más o menos las mismas pelis compradas.
Creo que eso de ir a la tienda, rebuscar, quitar el plastiquito en tu casa, mirar el libreto… es una experiencia casi orgásmica, diría yo. También es cierto que a veces están caros de cojones (yo últimamente sólo compro por correo, ya que sólo quedaba El corte inglés como sitio de compra, y allí las cosas cuestan el doble, veremos qué tal está el mediamarkt cuando me recupere), pero ya que no bebo ni fumo bien puedo dejarme la pasta en cultura. ¿O no?
Estoy de acuerdo con lo dicho. Lo que no es que el ejemplo está mal elegido! No es que me caiga excesivamente bien el Ramoncín. El tío ahora vive de las rentas pero en su época se lo curró como el que más! El tío se curtió en ensayos y dándolo todo con el panorama jodidillo.
No obstante, como digo no difiero de lo de la gente que les espabilan y aluego a vivir de un disco que les han hecho y dado masticadito.
Hastaluego!