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Pues sí, vuelven a las andadas. El siguiente mensaje está recientito de hoy:

Aaaaaah, cuánto tiempo hacía que no os escribía, ¿eh? Ya os pensábais que os iba a dejar en paz… Pues no, hala, vuelvo a las andadas, como los turrones el almendro por navidad y los picores por primavera, los Blood&Mery hemos salido de nuestras tumbas por Halloween para volver a torturar vuestros delicados e inocentes oídos. ¿Inocentes? mmmmm, si os está llegando este mail por algo será… que algo habréis hecho, pillines… Y bueno, como en breves líneas comprobaréis, sigo fiel a mi costumbre de anunciar el concierto el día anterior <risa de científico maligno de fondo>. Yo en realidad estoy empezando a sospechar que esta tradición a la que tanto cariño le he cogido no termina de ser del todo efectiva. Aunque todos sabemos que un grupo debe tener una simbología, un estilo propio, una iconografía, un icosaedro… bueno, un icosaedro no es estrictamente necesario, aunque ayuda. Por poner ejemplos de lo que os digo, el traje de colegial de los AC/DC, el sufrido arco de violín de los Led Zeppelin, las escaladas irreflexivas por los andamios de Bruce Dickinson, los morritos del Jagger y compañia… Bueno, pues a mí me daba mucha vergüenza salir en pantalones cortos a un escenario, el arco de violín me lo rompió Fidel en un ataque de efusividad, nunca he tenido andamios en el escenario (y queda muy ridículo sustituirlos por un taburete para subirse como la cabra de los gitanos), y no entra en mi lista de prioridades operarme los morros estilo Yola Berrocal, así que busqué una «marca de la casa» más a mi alcance, más yo, y qué me podía definir mejor que anunciar los conciertos el último día, pensé (o no anuciarlos, cosa que ya ha pasado alguna vez, pero claro, nadie se ha enterado, jejeje). Pero últimamente no estoy tan seguro de la efectividad de esta táctica de marketing… algo le falla, voy a tener que contratar una consultoría.

Bueno, que ya me vuelvo a ir por las ramas, como decía Keith Richards. Y ya sabemos que eso es malo, que lo que durante tantos años no pudieron las drogas y el alcohol estuvo a punto de lograrlo un cocotero. Qué ironías. Bueno, el caso es que tocamos mañana viernes 3 de noviembre a las 10:00 de la noche en el Bourbon Café, en la Carrera de San Jerónimo número 5 (aproximadamente) al ladito de Sol. La entrada es gratuita, porque somos extremadamente feos y nos da palo cobraros por vernos. En ese sentido tenemos bastante más ética que los Rolling. Además, como se demuestra en el párrafo anterior, nuestro sentido del marketing y el negocio es más bien escaso, que no os extrañe que algún día se nos ocurra pagaros por venir a vernos. En esta ocasión tocarán con nosotros los Peces Gordos, que son casi tan feos como nosotros, aunque, como su propio nombre indica, se ven más saludables y sanos, lo cual no les impide tocar versiones de rock setentero, pop rock nacional y cosas del estilo.

Bueno, pues eso, que esperamos contar con vuestra presencia, y con la grata ausencia de los bomberos tatuados-tarados. Supongo que algunos recordaréis con inquietud aquella noche de nuestro debut en el Bourbon… para los que no estuvisteis pues os lo contaría, pero todavía se me cae el pelo cuando me acuerdo y este mail ya empieza a ser demasiado largo. Si no os queréis perder las historias surrealistas que ocurran en este concierto pues venid mañana, y tendréis algo para contarle a vuestros nietos, si sobrevivimos a lo que nos traiga la noche para llenar el hueco de los bomberos.

Hala, besos para unas, abrazos para otros y babilla para todos, que esta semana la tenemos de oferta con todos nuestros productos estrella.

Ángel