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Ya que ayer tocaba otra vez el tema de los vídeo-juegos y la música, hoy voy a señalar tres entradas interesantes más de kotaku, relacionadas con la venta de música.

Quizás haga falta que grupos como Mötley Crüe haya vendido más a través de la Xbox 360 que a través de iTunes para que otros personajes del mundillo se den cuenta de que el negocio no es sólo vender CDs ni promocionarse de la forma convencional. Aunque muchos artistas no reciban dinero de las ventas de discos y tengan que trabajar en giras y eventos para ganar dinero, los hay que ven posibilidades en los vídeo-juegos para obtener una mayor exposición al público. Es el caso de Slash quien, a pesar de no gustarle los juegos, sí ve el negocio:

A lot of people have been asking ‘Is this [gaming] the new wave of how people are going to be exposed to music?’ I though that was sort of like a joke question when I first heard it, but I’m starting to realise that, given the current state of the music business, it might be. Because the kids are into it, and the possibilities are endless in terms of what you can expose them to through this medium.

Otro enfoque es el que ha tomado la recientemente creada Music Video Games:

?MvG has been created with the goal of bringing fun and easily accessible music games to an audience that has largely remained unnoticed to this point,? said Vincent Bitetti, CEO of MvG. ?The music video game market and the online casual games market both continue to grow exponentially. MvG will provide games that will appeal to both demographics.?

Como señala la reseña de kotaku, la idea puede que llegue algo tarde pero puede que salgan adelante.

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Estar suscrito por RSS a Kotaku puede reportar de vez en cuando alguna sorpresa agradable, como este vídeo de 11 minutos en el que se muestra un nivel de Super Mario World creado para acompañar a una pista de música. Mario es propulsado a través de los distintos escenarios sin que haya que hacer nada, de modo que los soniquetes que produce complementen la música que suena, con resultados muy entretenido.

También se puede hacer música a partir de los sonidos de un juego, como señalan en esta entrada de Boing Boing donde se incluye un vídeo de un tema construido con los sonidos de disparos del Call Of Duty 4. Me pregunto si, ya que «expertos dicen» que cierta música incita a la violencia (en los pubs ingleses) y los vídeo-juegos son taaaaan terribles, considerarán haber escuchado este tema como causa atenuante en un juicio.

Por cierto, si alguien sí se siente tenso o violento, recomiendo este jueguecito para relajarse y/o utilizar toda esa energía en algún proyecto creativo, como la construcción de una tarjeta que convierte un Commodore 64 en un sintetizador.

 

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Ya que llevo un par de días hablando de mujeres, hoy voy a exhibir por aquí a un par de chicas que vi en este artículo de Blabbermouth:

THE MARTINI TWINS, the self-proclaimed «hot twin sisters that put the ‘mmm’ back in metal,» are currently hard at work in the studio, both re-mastering their demo and recording 20 new songs «which are sure to become metal masterpieces,» according to their bio.

Estas señoritas tuvieron la cuadrupla de bemoles como para ponerse a hacer el chorra delante de una cámara y ponerlo en su canal de Youtube para que la gente participase de su rato de diversión sin mayores aspiraciones.

La primera vez que las vi sentí vergüenza ajena, no por que fuesen especialmente malas (aunque la versión de «Bodom After Midnight» [03m43s] no pega ni con cola) sino porque es algo que yo no me atrevería a hacer. Además, no tengo hermana gemela y no soy mujer.

Lo que me parece triste es que alguien pueda tomarse unos vídeos de estas características demasiado en serio y se sientan ofendidos porque no resulta de su agrado. Y lo que es aún más triste es que no tengan nada mejor que dejar constancia de su amargura con los comentarios. Por desgracia, ocurre con demasiada frecuecia con los jebis «de verdad».

En fin, que las chicas le echan algo de morro y se lo pasan bien cantando lo que les apetece. ¿Algún problema?

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No me malinterpreten. No tengo nada en contra de la señorita Johansson y seguro que la chica es un cúmulo de encanto y simpatía. Pero a mí no me gusta.

No he visto ninguna película en la que me haya llamado la atención y tampoco veo la belleza por la que casi todo el mundo babea. Como persona no la conozco y como personaje la salva que parece una chica sensata y bastante normal.

La cuestión es que la actriz decidió que era una buena idea grabar un disco de versiones de Tom Waits:

Scarlett Johansson finds her voice

With an album of Tom Waits covers recorded in the Louisiana swamps, Scarlett Johansson is bucking the trend for below par pop efforts

Me alegro que tenga inquietudes y disponga de los recursos para llevarlas a la práctica. Sólo espero que esto no sea una excusa para tenerla cada dos por tres en televisión, radio, prensa y medios de comunicación por Internet. No sé si podría soportarlo.

Que conste que no me meto con ella ni con su música. De hecho, he escuchado a ver qué tal suena su primer single, «Falling Down» [03m59s]. Quizás no sea tan innecesario como la carrera musical de Carla Bruni (agarraos, que llega un tercer disco) pero, ¿soy el único al que le suena a Sinéad O’Connor?

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No es la mejor manera de empezar la semana.

La guitarrista Michelle Meldrum, a la que ví hace unos años con su grupo haciendo de teloneros en el concierto de Black Label Society de Madrid, murió la semana pasada a causa de un quiste en el cerebro, tras haber quedado en coma por una hemorragia cerebral.

Había acabado de grabar un disco con la nueva alineación de su grupo, que incluía a su amigo Gene Hoglan. Aparte de por sus contribuciones al mundo de la música, Michelle era reconocida por estar casada con John Norum, el guitarrista de Europe, con quien tiene un hijo de 3 años.