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Kirk Hamilton ha publicado en Kotaku un breve artículo que empieza con la siguiente aseveración:

[…] despite many developers’ cinematic aspirations, video games have more in common with music than they do with film.

En él refuerza su postura con varios artículos, entre los que se encuentra Music To My Thumbs: Transcribing Braid, de donde sale la imagen anterior y donde Julian Benson desdibuja la separación entre música y vídeojuego, utilizando la notación musical como notación para el propio manejo de los juegos. Si tenéis un rato podéis echarle un ojo, a ver qué os parece.