Contenidos del mes de febrero de 2014

No tengo a The Metal Circus como una referencia habitual para artículos de opinión pero el titulado «La triste realidad de la venta de discos en España» da una perspectiva interesante, aunque no sorprendente, sobre la situación del mercado de discos.

Es evidente que el negocio discográfico ha mantenido la creación de música durante mucho tiempo y que el declive de este negocio presenta una serie de problemas que no se van a solucionar de la noche a la mañana. Pero tampoco deberíamos olvidar que «industria discográfica» e «industria musical» no son lo mismo.

Aunque haya gente que hace música por amor al arte —la actividad musical puede existir sin una «industria» a su alrededor— creo que sí es necesario algo que permita a los músicos desarrollar una actividad profesional. Lo que no veo imprescindible es que tengan que participar los mismos agentes ni mantener las mismas posiciones ni roles similares. Sí puedo imaginar un escenario similar al que ilustraban en The Oatmeal hace una temporada (pinchar para ver la tira):

Recuerdo una entrevista con Dick Dale [03m18s], al que tuve la suerte de ver en concierto hace unos años, en la que no pintaba un retrato muy favorecedor de los sellos discográficos, ni veía en la venta de discos algo más que un medio para ganar dinero, sin distinguirlo de la venta de camisetas. Si no nos preocupamos de los fabricantes de camisetas en la evolución del mundo de la música quizás debería empezar a dejar de importarnos otros comerciantes.

En el vídeo de «Heaven Knows» de The Pretty Reckless [03m46s] la cantante Taylor Momsen —o una doble, aunque no creo que la necesitase— luce su cuerpo desnudo decorado por un símbolo presente en su último disco. Me imagino que más de una persona habrá capturado un fotograma similar como respuesta al comentario de Momsen en Twitter: “Check out our new video here http://vevo.ly/GlreyE and send me your fav screen cap, use #HeavenKnowsVideo”.

Me alegra ver que las mujeres empiezan a tener oportunidades de hacer las mismas tonterías que los hombres. Por poner un ejemplo dentro de este mismo blog, recordemos a otro actor metido a cantante con poses sugerentes: David Hasselhoff. Aunque en este caso la desnudez y el simbolito parece ser una expresión relevante porque se repite en la portada del disco, como mencionaba y se ve en Taylor Momsen Source:

Espero que quede claro que no veo nada de malo en ello, salvo una cierta falta de originalidad. Si ya lo decía de tres portadas de Queens of the Stone Age, Six Feet Under y Motörhead hace nueve años no veo razón para no señalar la similitud de la portada anterior con la imagen promocional de «Whore» de In This Moment vista en MetalSucks tres meses antes:

También podría haber mencionado la de Storm Thorgerson para Pink Floyd. Claro que el propósito de cualquier expresión artística u obra de entretenimiento no tiene por qué ser ser original. Yo diría que no suele ser el caso. Y tampoco pasa nada.