.

Aunque Matt Brailsford dejó un vídeo de su servidor integrado con Spotify en carcasa retro [01m27s] allá por febrero de este año, yo no me he enterado de este peculiar proyecto hasta que le han dado algo de atención en CNET.

Las «tripas» del cacharro está ocupadas por una Raspberry Pi, un lector NFC y un pequeño amplificador. En la Raspberry Pi la salida de audio va al amplificador, que está controlado por el potenciómetro de volumen de la carcasa, mientras que sus pines GPIO están conectados a micro-interruptores pegados a los botones de control de reproducción.

El software de la placa es una versión adaptada de MusicBox, que ya tiene integración con Spotify, con unos módulos hechos a medida tanto para reconocer las pulsaciones de los botones como para la lectura de etiquetas NFC. Las cintas sólo actúan como recipiente de dichas etiquetas, identificando cada una una lista de reproducción en particular.

El resultado no deja de ser una curiosidad, aunque ingeniosa.