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Hoy traigo otro ejemplo de poner en práctica una idea, esta vez a nivel empresarial.

En 2010, un uruguayo de nombre Rafael Atijas decidió desarrollar como base de su tesis de Master en la Universidad de Nueva York un concepto de guitarra para niños y principiantes. De esta idea surgió una exitosa campaña en Kickstarter que dio paso al negocio que a día de hoy produce artículos como la Electric Loog Lucite:

Como se puede observar se trata de una guitarra de tres cuerdas con 18 trastes. Al igual que todas las guitarras que venden viene sin ensamblar (aunque parece fácil de montar, sólo hace falta un destornillador), buscando conseguir una mayor conexión entre la persona que va a tocarla y el instrumento. Hacen bastante hincapié en que no se trata de un juguete: es una guitarra de verdad, con cuerdas de guitarra convencionales, sólo que adaptada para principiantes. Las dimensiones reducidas del mástil y las simplificaciones sobre el diseño de una guitarra al uso están pensadas para hacerla más cómoda y accesible a niños.

Sea para niños o no, me gusta mucho la idea. Y este modelo concreto, con el cuerpo acrílico, me llama la atención especialmente. Puede que no sea como las que tiene en posesión de Brent Hinds ni como la que compartieron Keith Richards y Jimi Hendrix pero para mí tiene un encanto innegable.