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No he jugado a la versión de 2013 de Shadow Warrior y, por ello, desconocía que en los primeros minutos del juego se puede ver al protagonista disfrutando de «The Touch» de Stan Bush. De hecho, no me he enterado hasta que la distribuidora Devolver Digital ha publicado en Sound Cloud un EP con la parte de la banda sonora de la sequela, Shadow Warrior 2, compuesta por Stan Bush. El EP contiene un tema inédito hasta el momento, «Warrior», junto a una versión retocada de «The Touch» y «Never Surrender». Se puede reservar una copia del juego y un vinilo con estas canciones en Laced Records:

Por suerte, soy plenamente consciente que no debo abrir la caja de Pandora de empezar a comprar vinilos. Sin embargo, dado mi cariño por el tema de la película del 86 de los Transformers, probablemente vaya a desgastar la lista de reproducción en Sound Cloud.

Actualización: En Kotaku añaden algo de contexto a esta historia.

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MESHUGGAH - Nostrum (DRUM PLAYTHROUGH w/ TOMAS HAAKE) []

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Hace un par de años publicaban en Make el proyecto Fused Filament Fiddle de David Perry, que describe cómo fabricar un violín eléctrico diseñado en Fusion 360 de Autodesk y que se puede realizar con una impresora 3D de modelado por deposición fundida (en inglés, fused filament fabrication o FFF). Todas las partes se pueden imprimir sin material de apoyo y el instrumento resultante es completamente funcional y tiene este aspecto:

Este proyecto inspiró a Matt Hova y Kaitlyn Hova para crear el Hovalin un violín acústico funcional que puede fabricarse utilizando casi cualquier impresora comercial. El coste total de la materia prima para el violín (4/4) es de unos $70. El hovalin fue diseñado con Autodesk Fusion 360. Su forma y sus dimensiones están inspiradas en el modelo de violín Stradivarius:

Según dicen en Make, ahora están trabajando en una versión con componentes alternativos ya que, aparentemente, el tubo de fibra de carbono que requiere no se consigue fácilmente en Europa por el sistema de unidades (este es el que dan ellos de referencia).

Ambos proyectos son fascinantes y ponen a disposición de cualquiera con el interés, tiempo y recursos requeridos todo lo necesario para explorar, modificar y fabricar sus propios instrumentos. En mi caso, la parte del interés la tengo cubierta. El hecho de que el diseño del Hovalin esté basado en los Stradivarius quizás me permitiese comprobar indirectamente si hay alguna relación mensurable entre el número áureo y el diseño y sonido de este tipo de instrumento, como me preguntaba hace tiempo.

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Airbourne - Rivalry []

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Llego vía Hacker News a «Combinatorial Music Theory», un texto de Andrew Duncan inicialmente publicado en el volumen 39 del Journal of the Audio Engineering Society en junio de 1991, que no sé si incluye las correcciones publicadas en octubre de ese mismo año en la misma publicación. En cualquier caso, la sinopsis del artículo original es suficientemente interesante para mí:

Musical patterns may be investigated with the mathematical tools more commonly applied in science and engineering. For example, the cyclic autocorrelation of a musical scale describes its interval content. Fingering patterns on string instruments are embedded in a space with an unusual topology. Ideas from crystallography may be applied to the description of structure-preserving transformations of melodies. These phenomena are explored for the particularly common case of the twelve-note equally tempered scale.

Y es que la relación entre matemáticas y música es incuestionable, como se puede leer en este extracto de una entrevista de Fred Stuckey a Chuck Berry para Guitar Player en 1971:

In fact—you won’t believe it—but my biggest influence was my mathematics teacher. Music is so much mathematics that it’s pathetic.

La disciplina en la que se puede etiquetar el texto del señor Duncan se denomina combinatoriality, y mis conocimientos lingüísticos y matemáticos son lo suficientemente limitados como para no saber si existe un término adecuadamente equivalente en español (¿combinabilidad?). Para los disminuidos matemáticos como yo, ayuda que el artículo esté acompañado de gráficos ilustrativos de los conceptos que describe.

El grafo anterior, que el autor denomina H12, representa la topología discreta o conectividad del diapasón de una guitarra. Dado que los vértices están numerados se pueden establecer los sentidos ascendente y descendente y, por lo tanto, el grafo tiene al menos direccionalidad implícita.

Todo este estudio ha tenido como fruto el Z-Board, un controlador MIDI que bien podría haber incluido (de haberlo conocido) en entradas como la de teclados alternativos.