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Hace unos días leía un artículo de Kim Bashin titulado, quizás algo dramáticamente, Don’t Give Up on the Guitar. Fender Is Begging You. En él se apunta a las que podrían ser las razones de algunos movimientos relativamente recientes del fabricante de guitarras.

La razón fundamental parece ser que a la compañía le cuesta llegar a los niveles de ingresos pasados. Según ellos y citando al artículo, ingresan unos 500 millones de dólares al año, una cifra inferior a los 700 millones que reportaron en 2011, cuando se realizó una oferta pública de venta que posteriormente sería retirada. A finales de 2012 las firmas de capital inversión TPG Growth y Servco Pacific tomaron el mando de la empresa y colocaron el año pasado a Andy Mooney de director ejecutivo.

Esta decisión parece orientada a combatir lo que identifican como problema principal: la alta tasa de abandono. Según Mooney, El desafío —u oportunidad— de la industria es conseguir que la gente se comprometa de por vida. Fender estima que casi la mitad de sus clientes son personas que no han tocado una guitarra antes, y Mooney afirma que alrededor del noventa porciento abandona el instrumento en el primer año, sin que los fabricantes hayan hecho en el pasado un esfuerzo concertado para retenerlos. También dice que la gente deja antes de lado las guitarras eléctricas que las acústicas por el «factor dolor»: las cuerdas metálicas hacen daño a las manos delicadas.

De acuerdo con el artículo, un estudio de IBISWorld señala que el mercado estadounidense de 6,000 millones de dólares de venta de instrumentos musicales lleva estancado cinco años. Mooney habría sido incorporado a Fender para dar un «enfoque orientado al consumidor y a lo digital». Eso se traduce en más dispositivos conectados y más apps. De lo último se tiene una muestra de esta dirección en afinador oficial de Fender en la App Store de Apple que vi anunciada (no recuerdo ahora dónde) en verano.

Existe además una web de Fender Digital, cuya función a día de hoy es publicitar la misión de esta nueva división, encargada de hacer apps, sitios web, plataformas y herramientas para complementar a las guitarras, amplificadores e equipo de audio que Fender fabrica. En letra algo más pequeña puntualizan que están construyendo un ecosistema digital con el objetivo de crear productos — digitales y físicos. En los próximos años, la compañía sacará un conjunto de productos digitales y el año que viene pondrán a la venta un amplificador que permitirá conectar aplicaciones por Bluetooth para cambiar y compartir efectos de sonido.

Citando nuevamente el artículo de Kim Bashian, la estrategia es que los guitarristas se enganchen pronto con los modelos baratos para principiantes para después pasar a guitarras más lujosas a medida que se dedican a tocar, con los más devotos convirtiéndose en coleccionistas con paredes luciendo instrumentos de gama alta. Si este es el objetivo quizás hubiese considerado empezar por una aplicación para Android, que tiene una cuota de mercado de terminales móviles del 90% y con una mayor oferta de teléfonos baratos, como los modelos de guitarra que quieren vender a principiantes. Sin embargo, puede que tengan otras razones para haber favorecido inicialmente el entorno iOS, que sería interesante conocer.

Todas me parecen buenas ideas, mejorables o no desde mi punto de vista. Algunas incluso las he visto en otros proyectos, como JamStack —un amplificador conexión a dispositivo móvil y conectividad Bluetooth. En cualquier caso, probablemente no pueda aprovechar ninguno de estos productos, ya que lo único de Fender que poseo es un amplificador 15R que no creo que se vaya a beneficiar de esta línea de desarrollo. Con todo, veremos a ver si consiguen su objetivo.

Imagen que acompaña al artículo de Kim Bashian para Bloomberg Don’t Give Up on the Guitar. Fender Is Begging You.