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Hace ya unos meses leía la anécdota contada por Glenn Hughes de cómo su nuevo grupo tuvo que desechar su propuesta inicial de nombre, Black Country, por ser el de un grupo que ya existía. Para evitar mayores problemas, añadieron «Communion» al nombre y como Black Country Communion sacaron un disco el mes pasado.

Esto me recordó a otra anécdota, que no recuerdo bien si me la contó alguien o simplemente la escuché en algún lugar. Quizás lo viese en alguna entrevista a Sebastian Bach, en la que contaría como él y sus compañeros de grupo tuvieron que pagar una cantidad de dinero considerable a Gary Moore, que tenía la propiedad intelectual del nombre que querían. Así que, en 1987, reunieron $35000, pagaron al guitarrista británico y el resto es historia para Skid Row.

Y después de esta pequeña pérdida de tiempo, un poco de música para animar el lunes:


Skid Row – Wasted Time [05m26s]