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Fotografía de Nancy Wilson tocando una Gibson Flying V con Heart en el Oakland Coliseum Stadium, el 4 de julio de 1981. Fuente: Pinterest. Créditos: Clayton Call/Redferns.

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En marzo del año pasado hablaba de unos diseños de Gibson, entre ellos el de la Flying V. En la imagen promocional que recogía entonces se puede ver que el diseño tenía número 181867 de patente en los EE.UU. que, si se consulta en Google, se puede ver que está fechada el 7 de enero de 1958. Deseando hacer lo mismo en Europa, la empresa solicitó una patente en la EUIPO (la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea) el 16 de junio de 2010 sobre la siguiente marca tridimensional aplicada a tres categorías (aparatos e instrumentación; instrumentos musicales; y ropa, calzado y sombrerería):

Marca tridimensional aumentada a partir de esta con Bigjpg para la que Gibson solicitó una patente en la EUIPO en 2010.

Aunque en primera instancia se les concedió, Hans-Peter Wilfer, propietario de Warwick y Framus, solicitó su impugnación en lo referente a instrumentos musicales. En 2016, la sección de cancelaciones de la EUIPO atendió esta solicitud y falló a favor de Wilfer, alegando que el solicitante [de registro] no estableció el caracter distintivo adquirido por dicha marca en la Unión Europea. Gibson apeló en 2018 y perdió, tras lo que llevó su apelación al Tribunal General de la UE.

Un panel de tres jueces ha desestimado esta segunda apelación, obligando a Gibson a pagar las costas del proceso. En su fallo del 28 de junio de 2019, la corte declara que a pesar de que la forma de la Flying V era muy original cuando salió al mercado en 1958, [el solicitante (Gibson)] no puede negar la evolución del mercado durante los 50 años posteriores, caracterizado en adelante por la disponibilidad de una amplia variedad de formas […] La originalidad de la forma debe ser evaluada a la luz de la situación del mercado tomando como punto de partida la fecha de la solicitud […]

En esa línea, señalan que la presencia en el mercado de un número significativo de formas con las que se encuentran los consumidores hace improbable que vayan a considerar una forma determinada como perteneciente a un fabricante específico, sino más bien que sea una de las varias formas que caracterizan al mercado. El amplio espectro de formas con una apariencia original […] ya presente en el mercado limita la probabilidad de que una forma en concreto sea considerada como un caso aparte de las normas predominantes en dicho mercado y, por lo tanto, de que sean identificadas por los consumidores exclusivamente en base a su especificidad o su originalidad.

Con todo, Gibson tiene una colección considerable de solicitudes de patente en la EUIPO, entre las que se pueden encontrar al menos esta y esta referentes a la Flying V en la categoría de instrumentos musicales de cuerda. Y nada hace pensar que vayan a dejar perseguir agresivamente esta línea tras la re-estructuración actometida a raíz de su declaración de quiebra para solicitar la protección de bancarrota del año pasado.

Al menos esa es la impresión que transmite el vídeo ahora retirado de YouTube pero conservado en reddit de Mark Agnesi, Director de Experiencia de Marca de Gibson [03m39s], en el que le dice a los otros fabricantes que «han sido avisados» y que la gente de Gibson esta ahí «para proteger [su] legado emblemático en los diseños que [han] creado a lo largo de generaciones».

No sé nada de este señor, ni de quién fue el responsable de realizar y publicar el vídeo. Puede que fuera idea suya —por lo poco que entiendo de su cargo, cae directamente bajo su competencia y sería el máximo responsable— o que haya tenido que hacerlo por indicación de sus superiores a instancias de otras personas. Lo que sí sé es que el mensaje no fue muy bien recibido y, es de suponer, por ello lo retiraron al poco tiempo.

Algunas personas no tardaron en señalar que el mismo protagonista del vídeo no disimulaba su aprecio por una Ibanez Rocket Roll [02m33s]. Él mismo cuenta como a finales de los 70 Ibanez imitó los diseños de Gibson con lo que se conocen como las lawsuit guitars (guitarras de pleito).

Esta mención es pertinente a todo lo anterior porque, hasta donde he podido ver, el apelativo deriva de la denuncia que Gibson hizo sobre la copia del diseño del clavijero. Al menos así es como lo señalan en Soundfly y en Jazz Guitar Online. Creo que es igualmente relevante que el caso se cerrara con un acuerdo fuera de los tribunales. De hecho, en denuncias similares más recientes contra otros fabricantes (Fernandes y PRS) los procesos han acabado dando la razón a los demandados. Ya se verá que pasa con su denuncia contra Dean.

Independientemente de la legitimidad de estas acciones legales, no creo que sea muy positivo para la marca reconocer que lo que pueden aportar como fabricante de guitarras hoy en día está enfocado a litigar sobre diseños de hace sesenta años.

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Al principio de la entrada del otro día sobre la Lzzy Hale Explorer Dark mencioné otro de los modelos que Gibson ha presentado este año, la Modern Flying V. Leyendo opiniones como la de Glenn Fricker transcrita en Ultimate-Guitar.com, se puede decir que algunas reacciones no han sido muy positivas. No siempre estoy de acuerdo con el ingeniero de sonido canadiense, como cuando comentó sobre el «privilegio femenino» en la música, y su papel de cascarrabias a veces actúa en detrimento de los argumentos que quiere hacer. Eso no quiere decir que no pueda tener razón, y hay precedentes históricos tanto a favor como en contra del futuro éxito de la guitarra.

Gibson Modern Flying V negra (SKU MDVEBPBN1).

El primero lo cuentan en un interesante artículo de Tony Bacon en Reverb. Hace sesenta años, alrededor de marzo de 1958, Gibson incorporó a su catálogo una guitarra que habían anunciado en noviembre del año anterior en la Gibson Gazette: la Flying V. Con un precio de $247.50, igual que una Les Paul Standard y que equivaldrían a unos $2100 en 2018 debido a la inflación, duplicaba los $120 que costaba la Les Paul Junior pero quedaba muy por debajo de los $700 de la Super 400 CES.

Presentación de la Flying V en el catálogo de Gibson de 1958.

El diseño había corrido a cargo de Seth Lover, quién propuso otros dos modelos: la Explorer, cuyos prototipos iniciales hoy en día se conocen como Futura, y la Moderne, que no se llegó a fabricar hasta 1982. Gibson denominó a esta colección las guitarras Modernistas. El resultado fue catastrófico en términos de ventas iniciales:

A lo largo de 1958, Gibson despachó un total de sólo 81 Flying Vs. Esa cifra palidece en comparación con las de los modelos del fabricante más exitosos (e inevitablemente más económicos) en ese año, que fueron la ES-125 (1528 unidades) y la Les Paul Junior (2408 unidades).

Algunas guitarras tuvieron peores ventas que la V [en 1958]. Por ejemplo, la costosa Super 400 CES (30 unidades) o la Explorer […] (19 unidades). En 1959, Gibson vendió únicamente 17 unidades de la V y sólo tres Explorers — y, se miren como se miren, estas cifras señalan un colapso casi completo en el interés por estas chocantes nuevas guitarras.

El modelo se dejó de fabricar en 1959. Evidentemente, ese no fue el final de la historia y se podría decir que tampoco es el principio de la misma. La guitarra sí que tuvo usuarios desde el primer momento.

El más precoz quizás fuera Lonnie Mack quien, según cuenta en el blog de Disc Makers, tenía antepasados nativos americanos [,] se enganchó con el diseño en forma de flecha de la guitarra por representaciones que vio incluso antes de que la guitarra fuera fabricada. La suya fue la séptima guitarra que salió de la cadena de producción, que mandó equipar con un trémolo Bigsby a la tienda de música de Glenn Hughes en Cincinnati. Como dato curioso, es el uso del Bigsby por parte de Mack en su álbum The Wham of That Memphis Man y en la canción «Wham!» la que le dio a la «barra de whammy» su apodo.

Sin embargo, se podría argumentar que el más famoso fue Albert King. Ya fuera porque le era más fácil de dar la vuelta para tocar como zurdo o por cualquier otra razón, los instrumentos que ahora son propiedad de Steven Seagal son una de las señas más reconocibles del guitarrista.

Las Flying V volvieron a fabricarse a partir de 1967, con todo tipo de variantes. Una de ellas es la protagonista de la segunda historia, que cuentan en The Music Zoo y cuentan lo que el lutier Tim Wilson pudo rememorar con Mike Johnson sobre una de las ideas de Perrino.

A mediados de los noventa, Charles Perrino era el director de marketing de Jackson/Charvel. También tenía mucho interés por los temas relacionados con la ciencia ficción y los alienígenas. Un día le describió a su asistente, Mike Johnson, un sueño que había tenido de una «guitarra futurista flotando en el espacio exterior». Como rememora Johnson con el lutier Tim Wilson, Perrino le contó la idea sin un diseño específico y el asistente, quien acababa de conseguir Autocad en su ordenador, se puso manos a la obra.

El cuerpo ahuecado de aluminio, cuya forma recuerda casualmente a la insignia de la Flota Estelar, fue equipado con una pastilla de Tom Holmes porque «la tenían por ahí[,] tenía una cubierta de níquel [y] pensaron que el aspecto molaba», una única perilla en forma de ovni y un puente Gotoh Tune-O-matic. El cuello era de arce y el diapasón de ébano con decoraciones reminiscentes de círculos en cultivos realizadas por Dwight England de Custom Inlay. El clavijero de aluminio, a juego con el cuerpo, llevaba clavijas LSR. De acuerdo con los registros de Jackson, la primera Roswell (RSWL-1) se completó en diciembre de 1995 y se mostró en el NAMM show de enero de 1996.

Lo que iba a ser una pieza de expositor despertó un cierto interés y acabaron fabricando más, en lotes de unos quince o veinte, hasta un total de 123 guitarras de aluminio incluyendo la que llevaron a NAMM. Los cuerpos y los clavijeros eran fabricados por CNC por una compañía llamada Numericon en el Valle de San Fernando, y después eran sometidos a procesos de raspado y anodización. Hacia el final de lo que sería la producción de esta guitarra empezaron a hacerlas de madera, de las que hay diecinueve entradas en el registro de Jackson, incluyendo variantes en la forma y en los acabados. La última listada se registró en enero de 1998.

Recreación de una Jackson Roswell Rhoads.

Desconocía el origen de la guitarra y, por lo que cuentan, le dieron una a Marty Friedman, aunque yo recuerdo haberla visto en el vídeo de «Freak» de Silverchair [03m48s].

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Me topo con que Epiphone acaba de sacar tres modelos de edición limitada en korina.

El primero está basado en la Flying V con un acabado Antique Natural. Tiene un cuello de perfil en forma de «D» estilo «1960’s» SlimTaper, con una escala de 24.75″ y clavijero en forma de «V». Lleva un humbucker Alnico Classic en la posición del cuello y un Alnico Classic Plus en la posición de puente. Según la página de Epiphone, estas pastillas son similares en tono a las PAF de las Flying V y Les Paul Standard vintage, y están hechas con imanes Álnico-V para conseguir una potencia de salida más alta con frecuencias medias y altas mejoradas. El puente es un LockTone Tune-o-matic y el cuerpo tiene una decoración metálica en forma de V atravesada por las cuerdas:

El segundo está tiene un diseño tipo Explorer con el mismo acabado. Tiene controles individuales para el volumen de cada pastilla y un control maestro del tono, todos con perillas de estilo clásico «Top Hat» en negro. El hardware dorado incluye clavijas 14:1 Grover Mini-Rotomatic:

Por último, está el bajo complementario al modelo anterior, que utiliza pastillas Epiphone XR y XT:

Las dos variantes me gustan, aunque no sé si el golpeador blanco le da un aire más clásico, como la Explorer de Collins que, supuestamente, era originalmente de Clapton.

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Me llega un mensaje publicitario de Epiphone con el título al buzón de correo con el Is This The Most Anticipated Epiphone Guitar Ever? y me topo con que se trata de la nueva Brent Hinds Flying-V Custom de edición limitada:

Body Material: Mahogany
Neck Material: Mahogany
Neck Shape: «1958» Rounded Profile
Neck Joint: Set-Neck, Glued In
Truss Rod Cover: Bell Shaped, 2-Layer (Black/White) «Brent Hinds» in White
Truss Rod: Adjustable
Scale Length: 24.75″
Fingerboard Material: Ebony
Fingerboard Inlay: Pearloid «Block»
Frets: 22 Medium-Jumbo
Headstock Inlay: Pearloid «Split Diamond» with «Epiphone» Logo
Neck Pickup: Lace® USA Brent Hinds Signature Hammer Claws™ Humbucker
Bridge Pickup: Lace® USA Brent Hinds Signature Hammer Claws™ Humbucker
Controls: 3-Way Pickup Selector, 1-Neck Pickup Volume, 1-Bridge Pickup Volume, 1-Master Tone
Knobs: Black «Top Hats» with Metal Inserts
Binding: Body Top- 7*Layer, Headtsock-5-Layer, Fingerboard-1-Layer
Fingerboard Radius: 12″
Bridge: Epiphone LockTone™ Tune-o-matic
Tailpiece: Traditional «V» String-thru Body
Nut Width: 1-11/16″
Nut: Imitation Bone
Hardware: Nickel
Machine Heads: Grover® Rotomatics™, 18:1 Ratio
Pickguard: 5-Layer
Output Jack: 1/4″ Epiphone Heavy-Duty, 3-Layer Jack Plate
Other: «2016» Limited Edition Logo and Brent Hinds «Skull» Logo on Back of Headstock
Warranty: Epiphone Limited Lifetime

Basada en una guitarra que usaba, parece que es un modelo en el que han trabajado durante bastante tiempo. Hace algo más de un año el propio Hinds ponía en Instagram la última foto del lote sobre estas líneas, mostrando la parte trasera de la cabeza del primer prototipo de Epiphone junto a una foto de Vincent Price. Lo acompañaba de unas palabras poco halagadoras para la Gibson Custom Shop y diciendo que al menos Epiphone había entregado un prototipo, a pesar de haber tardado cuatro años y entregarla con acabado negro en lugar de plateado, «error» que a la postre le gustaría.

De hecho, lo vuelve a mencionar en la entrevista que realizó para Epiphone por el anuncio de esta guitarra, donde no se revela mucho del proceso de creación de este modelo pero que incluye un vídeo de presentación del instrumento a cargo del guitarrista [02m20s]. Tampoco dicen nada precios pero listada en en Thomman por 799€, con lo que al menos es más asequible que su EGC de polimetilmetacrilato que, además, parece no fabricarse más.