.

A finales de Febrero de este año asistí al Killfest Tour, en el que disfruté de la actuación de Gama Bomb. Hace un par de meses leía en Blabbermouth:

Irish thrashers GAMA BOMB have announced plans to give away their new album, titled «Tales From The Grave In Space», for free. […] A video clip of Philly Byrne announcing the free album can be viewed [here] [01m25s].

Desde hoy mismo se puede descargar el disco «Tales From The Grave In Space» de forma completamente gratuita en www.earache.com/gamabomb, incluyendo el arte gráfico realizado para el disco por Jeff Jordan. En la misma página se podía encontrar otro pequeño detalle que a mí, en mi condición de viejo, me hizo gracia y por eso pongo el enlace a la descarga pertinente: THRASH TRUMPS, un juego de competición de cartas de grupos de Thrash, en formato PDF.

Yo ya me he bajado el disco y estaré escuchándolo, a ver si reconozco las canciones en el concierto del grupo el día 18 de Noviembre en la sala Ritmo y Compás. Por si le interesa a alguien, también tocarán en Bilbao y Tarragona, un día antes y después de la fecha de Madrid, respectivamente.

.

Tras una pequeña paliza el viernes (ni siquiera he podido hacer una crónica en condiciones del concierto de Yebouna), salir de casa a las siete de la tarde sabiendo que no me podría sentar hasta pasada la medianoche no se me antojaba como un buen plan. Sólo el más que apetecible cartel de la noche y el haber pagado los 25,25€ de la entrada me motivaban a salir de casa.

A pesar de saber que las entradas estaban agotadas decidimos no ir con adelanto y la jugada nos salió bien. En la entrada había bastante gente, más de uno buscando entradas «de sobra», pero el interior no estaba especialmente populado. Nos pudimos situar delante de la mesa de mezclas, donde podíamos ver el escenario y molestábamos menos al resto de asistentes.

Además llegamos justo al inicio del concierto de Gama Bomb, de quienes no había oído nada previamente. Con la primera canción se me olvidaron la pereza y el cansancio acumulado. Nada mejor que un poquito de thrash metal para despejarse.

Toda su actuación fue muy entretenida, con una excelente actitud sobre el escenario y un buen sonido. La media hora que estuvieron tocando se me hizo muy corta y me quedé con ganas de escuchar algún tema más sobre superhéroes, zombis y cerveza. De su corto repertorio me quedé sólo con los nombres «Final Fight» y «Bullet Belt» pero entre los asistentes los había que se sabían las canciones de memoria e identificarían mejor los temas.

Si vuelven por estos lares serán bien recibidos en mi agenda de eventos a los asistir.

Todos los arreglos que eran necesarios para el siguiente grupo se realizaron en poco tiempo y Torture Squad no tardó en salir al escenario. Con una puesta en escena más seria que sus predecesores y un sonido más próximo al death metal, los brasileños tuvieron sus 30 minutos para lucirse.

Quizás por el hecho de sólo tener un guitarrista el sonido del bajo estaba mucho más presente pero la mezcla estaba bastante equilibrada. A pesar de contener temas mucho más agresivos la actuación tuvo un paso un poco más lento que la anterior, con el cantante dirigiéndose al público entre canciones para explicar que era su primera vez en España y resaltar la conexión latina entre el grupo (brasileño) y el público.

Del repertorio sólo recuerdo los nombres de las canciones que presentaron: «Beast Within», «Pandemonium» y «Chaos Corporation», que cerró su actuación. Fue un concierto interesante que aportó algo más de variedad a los estilos musicales de los grupos de la noche.

Y llegó el turno de Exodus.

Los preparativos para el siguiente grupo tardaron un poco más que en la ocasión anterior, tiempo que aprovecharon los componentes del grupo para hacerse fotos y dejarse ver desde la puerta de salida al escenario. Nick Barker, que está sustituyendo a Tom Hunting («de vacaciones en México») en la gira, se dejó ver para hacer algunos ajustes en la batería.

Con muy poco desvío de la hora programa para el comienzo de su actuación, Exodus se colocó delante del público para empezar su recital con «Bonded By Blood». A estas alturas la sala tenía su aforo completo pero desde nuestra posición no resultaba algo agobiante. Había bastante movimiento delante de escenario y Rob Dukes se quedó gratamente sorprendido de que mucha gente se supiese una letra con la que hasta él «tenía problemas».

Al preguntar cuántas personas tenían «Shovel Headed Kill Machine» y ver la reacción del público, bromeó diciendo que seríamos «unos seis» y dio entrada a «.44 Magnum Opus», que fue el único tema de dicho disco de la noche. Después saltaron a «Fabulous Disaster» y «Piranha», mientras algunos asistentes se dedicaban a subir al escenario para saltar hacia el público. Aunque dos o tres individuos abusaron un poco estuvo bastante divertido ver a gente sobre las cabezas del público. Me imagino que los que estaban debajo no lo pasaron tan bien.

Lee Altus tuvo algunos problemas con el micrófono de su amplificador y estuvo la mayor parte del concierto bastante serio, junto a Jack Gibson. Al presentarlo Dukes cometió el «error» de llamarle «ruso loco» y comentó con Gary Holt en broma que seguramente le habría ofendido porque Lee es ucraniano. A pesar de los problemas técnicos el sonido fue muy bueno, salvo que el volumen de micrófono de Rob estaba algo bajo para mi gusto.

Dukes (y su camiseta del poster ¿japones? Star Wars) fue uno de los protagonistas del concierto, llegando a sustituir a la mano de derecha de Gary mientras éste bebía una cerveza, y con «Children Of A Worthless God» demostró que también puede sacar buena voz para cantar de forma más melódica de vez en cuando. Esa fue la única canción del último disco que tocaron, justo antes de «Blacklist».

El repertorio incluyó clásicos como «A Lesson In Violence», que precedió a la más reciente «War Is My Shepherd», estando ésta última dedicada a los soldados muertos en cumplimiento de su deber. Tanto en esta canción como en otras me dio la sensación de que Barker estaba teniendo algún que otro traspiés menor, nada significativo, pero podrían ser cosas mías.

Con «Toxic Waltz» volvieron a los clásicos en un concierto en el que Dukes quiso que la gente cantase un «Oé, oé, oé» y en el que organizó un Wall Of Death (como este [00m23s] pero en chiquitín) como manda la tradición. «Strike Of The Beast» cerró una actuación que no me hubiese importado que tuviese unos cuantos temas más.

La media hora que pasó mientras preparaban el escenario nos sirvió para descansar un poco y darnos cuenta que los últimos de la noche tendrían que superar un listón muy alto.

Overkill salió desde el primer momento a por todas. A las once y cuarto, la hora programada, los de Nueva Jersey comenzaron su concierto con «Deny The Cross».

En este caso el sonido no fue tan bueno como las ocasiones anteriores. Los bombos de la batería estaban muy altos y el volumen de micrófono de Bobby Blitz estaba algo bajo. Con todo, no impidió disfrutar de un repertorio lleno de temazos como «E.vil N.ever D.ies» o «Hammerhead».

A pesar del cansancio acumulado el público seguía entregado y el grupo lo dio todo. La gente seguía subiendo al escenario para tirarse, algo que parecía divertir a D. D. Verni. Aunque fuese por complacer, Bobby dijo que estaba siendo mejor concierto que el de Barcelona. Los acompañantes Derek Tailer y Dave Linsk también parecían pasárselo bien, aunque por la forma de la sala estaban relegados a unas posiciones un tanto periféricas. De hecho, si se tuviese que poner alguna pega al local sería que el escenario queda oculto por columnas y aparataje desde ciertos puntos de la sala. Tras la batería, a Ron Lipnicki tampoco se le podía ver.

«Hello From The Gutter» continuó la actuación, mientras que Bobby se subía a los monitores y apoyaba su mano en el techo. Tras la canción comentó que los que estabamos en la sala entendíamos que teníamos que protegernos y a los de fuera que no comprenden esto les dedicó «Thanks For Nothing».

Revisitaron clásicos como «Feel The Fire», «In Union We Stand» y «Rotten To The Core», con Bobby desapareciendo del escenario cuando las canciones le ofrecían un descanso. Apunto de cumplir los 49 y a pesar de algún que otro vicio (en alguna de sus re-entradas todavía llevaba el cigarrillo en la mano) y su apoplejía en el 2002, el señor Ellsworth parece mantenerse en forma.

El concierto paró tras «Elimination» y «Overkill» y los cinco se retiraron del escenario, volviendo a salir al cabo de un rato para terminar la actuación de verdad. Primero vino «Necroshine» y después una mezcla de «Fuck You» y «Overkill» de Motörhead. Al final del concierto Bobby quiso experimentar lo que otros habían probado durante su concierto y se tiró sobre el público, que le sostuvo para que pudiese poner los pies en el techo.

Así se llegaba a las doce y cuarto de la noche y así nos marchamos, con otro gran concierto a nuestras espaldas.