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La imagen anterior muestra una batería virtual. O, para ser más exactos, un controlador MIDI basado en movimientos como los que se hacen al tocar una batería. Lo único que requiere, aparte de lo que se muestra en la fotografía, es una PlayStation Eye y un ordenador con el programa adecuado. La cámara hace un seguimiento de los elementos reflectantes y el software traduce los movimientos capturados a los equivalentes sobre una batería.

Aunque hay múltiples vídeos de este invento desde 2014, incluyendo uno con unos cuantos bateristas probándolo en el NAMM del año pasado [00m59s], he visto que este año lo han emparejado con el Occulus Rift como se ve en este vídeo [01m16s].

Se supone que se puede comprar en Amazon por unos 175€, aunque ahora mismo no está disponible, y no parece una mala manera de emular a Rowan Atkinson a la batería. Con todo, creo que seguiré ahorrando para comprarme una batería electrónica para uso casero.