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Hace unos días me pasaban el enlace a un artículo en Lovecraft eZine —de título como el de esta entrada— donde el autor, Benjamin Welton, expone su experiencia y punto de vista personal sobre la relación entre la obra de H. P. Lovecraft y la música metálica. Sin proclamarme un experto en ninguno de las dos materias, sí me atrevo a decir que los caminos de Cthulhu son inescrutables.

Mis primeros recuerdos de Lovecraft están asociados a La llamada de Cthulhu y Posesión Infernal, y más tarde a vídeo-juegos: Alone in the Dark, Shadow of the Comet, Quake, … Ah, ¿hace cuánto que no juego en el E1M8? Aunque puestos a rememorar, ¿cuántas partidas echaría en DM6 con EstepBot? Good times.

Portada de La llamada de Cthulhu, vista en Taringa.

En fin, que me voy por las ramas. La cuestión es que en el artículo se señala la influencia de esta mitología en la música, con especial prevalencia en el heavy metal y derivados. De hecho, señala una recopilación parcial de obras inspiradas por el universo creado por Lovecraft con más de una entrada evidente y otras no tanto. Hasta aparece Vangelis, a quien mencionaba hace algo menos de un año.

Las menciones a Cthulhu en esta página no son abundantes, con lo que tampoco puedo decir que la relación entre música y Lovecraft esté muy presente en mi experiencia, aunque sí diría que es innegable. Quizás debiera explorarla un poco más.

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Aphrodite's Child - Rain And Tears []

Se puede contar más de una anécdota sobre el primer sencillo de Aphrodite’s Child y el grupo en sí mismo. En primer lugar, estos griegos iban con destino a Londres, mandados por su discográfica, pero una huelga de transportes les ancló a París, donde fueron testigos del famoso mayo del 68 y compusieron su primer éxito.

En segundo lugar, quizás es fácil reconocer (para personas de una cierta edad) a Artemios Ventouris Roussos, mejor conocido como Demis Roussos, pero no sé cuánta gente podría identificar al teclista Evangelos Odysseas Papathanassiou sin saber previamente que se trata de Vangelis. Sí, sí, el de las bandas sonoras de Carros de Fuego y Blade Runner.

Por último, unos años de componer este tema, el grupo concebiría el —polémico en su momento— 666 del que no voy a fingir que conozco poco más que la famosa pista interpretada por Irene Papas. Esa de «I am… I am… I am to come… I was…» que fue grabada en una sola toma de 39 minutos y posteriormente recortada a poco más de 5.

Y eso que en una primera impresión sólo parece otra canción destinada a poner de los nervios a Rob Paravonian, dado su odio por el Canon en Re de Pachebel [05m14s], ¿eh?. No creo que se salvase porque la progresión en este caso empezase en La mayor, como se puede ver con facilidad con el generador de progresiones que señalaba el viernes pasado, y de haber sido un tema reciente habría ido derecho a uno de los recopilatorios de Benny Davis.