Publicaban ayer por la tarde un artículo en IEEE Spectrum sobre los usos musicales de las primeras computadoras. En él se postula que el primer texto donde se indica cómo generar sonido con una máquina computadora se encuentra en la página 24 del Programmers’ Handbook de Turing que se puede ver dentro de los documentos sobre las máquinas de Manchester. Según el artículo, Turing preparó dicho manual con antelación al despliegue en 1951 de la Manchester Mark II basándose en su trabajo de diseño de programación de la Manchester Mark I, desarrollada entre 1947 y 1948.
El manual toca brevemente sobre la capacidad de la máquina de Manchester de generar un tono gracias a una instrucción que enviaba un impulso al diafragma del altavoz, al que denomina «Hooter». El impulso producía, según el manual, sonidos que se podían percibir como «algo entre un toque, un chasquido y un golpe». Sugería que el programador podía aprovecharse de esto ya que, «introduciendo instrucciones de hoot en puntos adecuados[,] uno puede «escuchar» el progreso de la rutina. Un cierto indicio de lo que está ocurriendo es dado por el ritmo de los chasquidos que se oyen».
Turing también indica en su texto que enviando impulsos «de forma repetida y rítmica[,] una nota, rica en armónicos, se puede producir» y, de nuevo, confiere a esta capacidad una función puramente pragmática: para indicar al operario el estado de la ejecución de un programa. Esto se podía hacer repitiendo un ciclo de instrucciones que tuvieran una de hoot. El bucle más sencillo tenía una instrucción de hoot y otra de repetición. Como se esboza en el manual y describen en el artículo:
El tiempo que una computadora usa en ejecutar una instrucción se mide […] en ciclos de reloj: para mantener la sincronía de sus circuitos, una computadora tiene un reloj maestro, y sólo a cada paso de este reloj los resultados de un conjunto de circuitos son aceptados por el siguiente.
[N. del T.: El artículo señala que la Manchester Mark II tenía un reloj de algo más de 4 KHz, es decir, cuatro mil ciclos por segundo. En el apartado del manual dedicado al Hooter se indica que ocho ciclos equivalen a 1.92 ms con lo que la frecuencia del reloj sería de 4.16 Hz.]
La instrucción de hoot necesitaba cuatro ciclos, enviando un pulso de un ciclo de duración al altavoz en el cuarto ciclo. La instrucción de bucle o repetición también requería cuatro ciclos así que, al hacer un bucle, el pulso se enviaba una vez cada ocho ciclos, o a una frecuencia de unos 521 hercios, que es muy cercana a la de la nota Do5. [N. del T.: el manual de Turing dice que el tono es cercano a un Do central (Do4) pero en afinación La 440 la frecuencia más cercana es la del Do5, de 523,25Hz.] Turing se dio cuenta que utilizando múltiples instrucciones de hoot dentro del bucle y/o instrucciones «de pega» [denominadas «dummy» en inglés] en las que la computadora «desperdiciase» ciclos ejecutándolas, podía variar el tiempo entre pulsos, creando notas con distintas frecuencias. Por ejemplo, dos hoot consecutivos seguidos de la instrucción de bucle producirían un Fa4.
Esta función de la máquina sería la que Christopher Strachey para añadir por cuenta propia «God Save the King» al programa que Turing le encargó —quizás como novatada— para que la máquina comprobase su propio estado. Strachey había visitado por primera vez los laboratorios de Manchester en julio de 1951 y la tarea le llevó unos meses.
Sin embargo, esta no fue la primera instancia de música generada por máquina computadora. En la Australian Conference on Automatic Computing Machines de agosto de 1951 en Sydney, la máquina CSIRAC ya estaba generando melodías. Y existe un caso todavía anterior.
En agosto de 1949 la Eckert-Mauchly Computer Corporation completó BINAC. El equipo lo celebró con una fiesta que tuvo una aportación musical de la propia máquina. El artículo de IEEE Spectrum identifica a Frances Elizabeth «Betty» Snyder Holberton, una de las seis programadoras originales de la ENIAC, como la autora de la rutina musical, que desarrolló trabajando por la noche. Rememorando sus tiempos de programación para la BINAC contó que «estaba con la máquina 16 horas [con] 8 horas de descanso y dormía en el aseo de señoras». La programadora recordó también que, en la fiesta inaugural, su programa reprodujo la congratulatoria «Es un muchacho excelente» dado que sólo podía generar notas dentro de una octava. Curiosamente, en el vídeo que acompaña al artículo señala la conveniencia de añadir un altavoz a la máquina para poder saber lo que se estaba ejecutando por el sonido, tal y como sugirió Turing en su manual.