El otro día me topé con un documento de la Universidad de Ciencias y Tecnología de Hong Kong cuyo resumen señalaba la siguiente conclusión:
Los resultados mostraron que la compresión MP3 reforzaba características emocionales neutrales y negativas […] y debilitaban las […] positivas.
El estudio expuso a veinte personas al sonido de ocho instrumentos distintos produciendo una nota sostenida próxima a Mi bemol (311.127Hz), con diferentes grados de compresión, y les pidió que catalogaran sus distintas respuestas emocionales en base a un conjunto predefinido de etiquetas.
Dentro de la misma institución, los artículos de Ronald Mo parecen tener un tinte similar, y todos caen en el conjunto de publicaciones académicas de Andrew Horner. Me hicieron recordar a los «fantasmas» de la compresión que mencioné hace unos años.
Con todo, lo más curioso fue leer la valoración de la conveniencia de un modelo determinado de casco por su comodidad. Nunca se me habría ocurrido utilizar los artículos académicos como fuente de recomendaciones.