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De vez en cuando apunto por aquí algunas que otras construcciones originales de guitarra. Sin embargo, nunca se me había ocurrido leer algo como lo que contaban ayer en MetalSucks.

Un lector de la página tenía un tío que le inculcó su gusto por el heavy metal. Su tío falleció joven, habiendo dejado instrucciones para donar su esqueleto a una universidad griega. Así se hizo pero, tras veinte años, dicha institución dejó de usarlo y lo devolvieron a la familia. Ante la oposición de esta a cremarlos y en vista de los costes del alquiler de un nicho, el sobrino en cuestión decidió que honraría a su tío de otra manera: convirtiendo sus restos en una guitarra funcional. Aparte de enviar una foto de su tío, también mostró otras del proceso y del resultado, junto con una demostración de cómo suena [].

Parece solo marginalmente más cómoda de tocar que la guitarra de clavos.