El otro día me enteraba de casualidad que Stanley Clarke, compañero del recientemente fallecido Chick Corea en Return to Forever, es el responsable de la música de Pasajero 57, la película donde Wesley Snipes suelta el (en su día conocido) riposte «apuesta siempre al negro». Este hecho no pasa de ser anecdótico pero me volvió a la cabeza cuando vi en MusicRadar un nuevo bajo con su firma:
Fabricado con arce, aliso y palisandro en un diseño de cuerpo clásico de Leo Fender, con un acabado suburst vintage. […] A modo de tribute a Leo Fender, se utilizó un clavijero de Stratocaster de 1964 para prototipar el bajo de Stanley. Stanley le pidió a Tom [Lieber] que lo actualizase, utilizando nuestro diseño propio, y este nuevo diseño se ve en las fotos.
Según la especificación técnica, tiene una longitud de 43.5″, de los cuales 18.25″ son del cuerpo de aliso, que tiene 12.75″ de ancho y 1.75″ de grosor. No veo detalles sobre el trémolo que tiene en el puente ni sobre las pastillas, aunque en las fotos se muestra la función de los dos selectores. La escala de 30.5″, con cuello de arce con acabo claro de ancho que va de 1.5″ en la cejuela a 2.1875″ y grosor de 0.84375″ a 0.90625″ a las alturas de los trastes primero y décimo segundo, respectivamente. Tiene un alma con ajuste en dos sentidos, y diapasón de palisandro con veinticinco trastes de plata niquelada.
El instrumento pesa 8.5 libras y cuesta $1635 (en teoría, descontado desde $2200) que no incluye impuestos ni gastos de envío (que, a Madrid, serían $350). Me pregunto cómo se compara, por ejemplo, con el último bajo que puse por aquí, que fue el del trigésimo aniversario de Billy Sheehan con Yamaha y era bastante más caro.
Creo que cada vez me gustan más los clavijeros invertidos. No sé si serán muy prácticos o si ofrecen alguna ventaja, aunque en el texto de MusicRadar dicen que promete una tensión mayor en la cuarta cuerda a la vez que reduce la tensión en la primera
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