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En el último año mis hábitos de consumo de alcohol no han cambiado. Hace mucho tiempo que no sería capaz de terminar un Maß y, según la graduación, es posible que ni siquiera pudiera con una pinta. Por lo general, con un tercio en fin de semana estoy servido, o dos si tengo mucha sed, o ninguno si me veo sin ganas. Dicho esto, si me sobrara el dinero y el tiempo me compraría un minibar. Y no me refiero a esas neveras decoradas como racks Marshall, que son bonitas pero tienen una eficiencia energética bastante pobre, si no a esto:

Pedal Minibar – Liquid Analyser de Rainger FX.

Se trata de un pequeño pedal que utiliza las propiedades de un líquido para conformar el sonido que genera.

El pedal […] tiene un control de volumen y un contenedor hermético sobre el panel superior; desenrosca la tapa, vierte algo de líquido y, ¡analiza! Cuando tengas tu sonido único enrosca la tapa firmemente y ya estás listo. […]

La conductividad de la señal eléctrica de la guitarra atravesando el fluido normalmente determina la cantidad de ganancia, y la opacidad determina la cantidad de agudos y graves. El Minibar suele crear satisfactorios tonos «paso-banda»: agradablemente no comprimidos y con abundantes harmónicos satisfactorios y «cloqueo» de la púa.

Me encantan esta clase de experimentos. Por £136 me parecería un regalo original para un guitarrista aficionado a los pedales. Me ha recordado al Z.Vex Candela Vibrophase que veía hace un lustro, aunque ese requería un presupuesto sustancialmente superior.

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Steaksauce Mustache - Balls Deep In Spiders (Official Video) []

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Estaba volviendo a casa cuando en los cascos saltó «Coopers World» de Shobaleader One, lo que me hizo buscar algo más de música de Squarepusher cuando ya llegué a mi destino. No había escuchado nada de Be Up A Hello, así que me puse a ver el vídeo de «Terminal Slam» [] y, leyendo la descripción del vídeo, me encontré con un nombre que ya había aparecido por aquí hace unos cuantos años: Daito Manabe. Curioseando un poco más vi que Manabe realizó una actuación similar junto a Ei Wada en la Transmediale de 2011 []. Wada, a su vez, dirige el grupo Electronicos Fantasticos!, quienes crearon el siguiente vestido:

Barcodress, el vestido de código de barras de Electronicos Fantasticos!. Fotografía: Mao Yamamoto.

Una prenda derivada del barcordificador, un instrumento musical que produce sonido al conectar la señal de escaneo de un lector de código de barras al terminal de audio. El patrón en blanco y negro se convierte en una onda sonora tal cual, y el sonido se crea a partir del patrón de rayas. Ampliando este principio, se creó el «Barcodress» o “vestido de código de barras”, en el que las señales sonoras se graban del vestido en forma de rayas. Los bailarines se ponen el vestido y bailan, y los intérpretes lo escanean para crear ondas sonoras a partir de los movimientos de su cuerpo. El resultado es «Barcordance» o “la danza del código de barras”, una expresión del とう (danza muy emotiva japonesa) que combina la ropa, la danza y la actuación. Es como si la ropa fuera un disco, la rotación de la danza fuera un tocadiscos y el intérprete que escanea actuara como una aguja de disco, extendiendo el principio de la grabación y la reproducción a la expresión física.

Tanto código de barras me ha recordado el Barcode Battler, un juguete japonés comercializado en España por Bizak que sólo recuerdo de haberlo visto anunciado a principios de los noventa. Hablando de baile y de juguetes retro, creo que este recuerdo confirma que debo ser viejo.

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THE BOMBPOPS - "Marry. F*ck. Kill." - BRIDGE CITY SESSIONS []

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Aunque no haya puesto muchas muestras de caricaturas en este blog, me parece fascinante la capacidad de identificar y resaltar los rasgos característicos de algo haciendo que sea inmediatamente reconocible a pesar de la falta de realismo. Me pregunto si en algún momento se ha podido corroborar o refutar la teoría que mencionaban en The Human Face [], un documental de 2001 presentado por John Cleese, sobre cómo el proceso de caricaturización podría ser similar al que realiza el cerebro para recordar rostros.

Todo esto viene a cuento de toparme el otro día con una de las caricaturas de Ábrahám Szomor en Displate, de las que dejo una muestra a continuación:

A pesar de mi admiración por alguno de los sujetos anteriores y por el talento del húngaro no creo que llegase a poner estas ilustraciones en mi casa, aunque me parecen un elemento de decoración genial. Claro que mis gustos decorativos son prácticamente nulos, así que, ¿qué sabré yo? De hecho, viendo la caricatura de Zakk Wylde se me pasa por la cabeza que, en otras circunstancias, quizás mi forma de decorar habitaciones hubiera sido colgando guitarras como Greg Capullo con sus guitarras de Wylde Audio.