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En el último año mis hábitos de consumo de alcohol no han cambiado. Hace mucho tiempo que no sería capaz de terminar un Maß y, según la graduación, es posible que ni siquiera pudiera con una pinta. Por lo general, con un tercio en fin de semana estoy servido, o dos si tengo mucha sed, o ninguno si me veo sin ganas. Dicho esto, si me sobrara el dinero y el tiempo me compraría un minibar. Y no me refiero a esas neveras decoradas como racks Marshall, que son bonitas pero tienen una eficiencia energética bastante pobre, si no a esto:

Pedal Minibar – Liquid Analyser de Rainger FX.

Se trata de un pequeño pedal que utiliza las propiedades de un líquido para conformar el sonido que genera.

El pedal […] tiene un control de volumen y un contenedor hermético sobre el panel superior; desenrosca la tapa, vierte algo de líquido y, ¡analiza! Cuando tengas tu sonido único enrosca la tapa firmemente y ya estás listo. […]

La conductividad de la señal eléctrica de la guitarra atravesando el fluido normalmente determina la cantidad de ganancia, y la opacidad determina la cantidad de agudos y graves. El Minibar suele crear satisfactorios tonos «paso-banda»: agradablemente no comprimidos y con abundantes harmónicos satisfactorios y «cloqueo» de la púa.

Me encantan esta clase de experimentos. Por £136 me parecería un regalo original para un guitarrista aficionado a los pedales. Me ha recordado al Z.Vex Candela Vibrophase que veía hace un lustro, aunque ese requería un presupuesto sustancialmente superior.

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Hablando de colaboraciones curiosas, ayer veía recogido en BraveWords que Anthrax ha puesto su firma a dos whiskeys de elaboración limitada por Hillrock Estate. De la primera barrica van a sacar 238 botellas etiquetadas como Evil Twin I, a la venta en EE.UU. por $160 la botella:

Presentación del whiskey Evil Twin I de Hillrock Estate × Anthrax. Fuente: Twitter

Como dicen en la noticia, esta no es la primera colaboración entre la destilería y el grupo. A finales de junio de este año pusieron a la venta el whiskey de bourbon the Healer a $140 la botella.

Presentación del bourbon The Healer de Hillrock Estate × Anthrax. Fuente: Mash&Grape

No siendo un consumidor habitual de whiskey no puedo decir si son precios adecuados pero creo que, por el momento, limitaré mis caprichos alcohólicos a la cerveza.

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Puede que descubrieran que Stevie Wonder no es ciego y dejaran de hacer caso a eso de «si bebes no conduzcas». Sea la causa que sea, no hace falta ser un lince para notar que son prevalentes en el rap como símbolos de estatus.

No es algo a lo que preste atención especialmente pero el otro día lo vi mencionado de forma anecdótica en uno de los vídeos de The Science of Well-Being de la Universidad de Yale. En él señalan dos recuentos, ninguno especialmente reciente, el primero de los cuales se centra en las marcas y modelos de coches que aparecen en las letras catalogadas en Rap Genius. A pesar de no saber distinguir entre dos vehículos de automoción salvo por el número de ruedas, el análisis me parece interesante aunque sólo sea por el tamaño del conjunto de datos.

Marcas y modelos de coches en las letras de canciones de rap entre 1995 y 2014, sacadas de Rap Genius.

El segundo parece que parte de una muestra mucho más reducida, contando las menciones a bebidas alcohólicas en canciones de veinte raperos, cuya infografía correspondiente se puede ver todavía en la Wayback Machine. Quizás resulta estadísticamente menos revelador pero no por ello deja de ser curioso. Mi conocimiento de bebidas alcohólicas es marginalmente superior al de coches, lo cual quiere decir que reconozco algunas cervezas y otras bebidas si llevan el sello de algún grupo de música que reconozco, como me pasó con los rones de Motörhead y Judas Priest.

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Con la cantidad de veces que menciono la cerveza Trooper sería fácil pensar que:

  1. Tengo un problema con el alcohol.
  2. Cobro por promocionarla.
  3. Todas las anteriores.

Contrario a las posibles apariencias, mi consumo de alcohol semanal suele variar entre un habitual cero y un máximo de dos cervezas. Y de buena gana cobraría por algo que ya hago por la cara, y lo diría, pero no es el caso. De hecho, me vendría bien para financiar la compra de alguna botella de las cervezas que anunciaron la semana pasada:

Diseño de las botellas de las cervezas Trooper «Fear of the Dark» e IPA. Fuente: IronMaidenBeer.com

No hay muchos detalles sobre su disponibilidad pero ya se pueden reservar en la página de la cervecera. Yo esperaré a que aparezcan en alguna tienda de Madrid; cuando anunciaron la colección de chapas con las portadas de sus dieciséis discos de estudio estuve mirando lo que costarían los gastos de envío y, en mi caso, resultaban excesivos.