El otro día vi que el mismo que construyó una guitarra a partir de miles de lápices de colores había hecho una segunda guitarra con otros mil doscientos lapiceros de color [11m34s] y ya tuve que bucear un poco más por sus otras obras. Entre ellas me llamó la atención una guitarra con un río de resina epoxi [13m07s]:
El proceso resulta tan fascinante como aparentemente laborioso, y hace que el instrumento resulte más interesante que por su mero aspecto final.
Ahora sólo tiene que grabar algo con esa guitarra en vinilo para reproducirlo bajo el agua, a ver qué tal suena.