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Hace casi seis años mencionaba que habían demandado a Led Zeppelin por plagio, en particular acusaban de haber copiado parte de «Taurus» de Spirit en «Stairway to Heaven», y a principios de este mes el consecuente juicio se resolvía a favor de Led Zeppelin. En la descripción del contexto que acompaña a la resolución señalan que no se disputa que los caminos de Spirit y Led Zeppelin se cruzaran a finales de los años 1960 y principios de los 1970. Los grupos actuaron en el mismo lugar por lo menos tres veces entre 1968 y 1970. Led Zeppelin también tocaba una versión de una canción de Spirit, Fresh Garbage. Pero no hay evidencia directa que los dos grupos fueran de gira juntos, o que miembros de Led Zeppelin oyeran a Spirit tocando Taurus. El documento completo son setenta y tres páginas, para los que quieran algo que leer y tengan un criterio debidamente formado en estos asuntos, cosa que yo no tengo.

Lo que sí tengo es una opinión sobre qué no considero plagio que bastante con enlazar para no repetir. Hablando de repeticiones, llego vía Hacker News a un artículo en MusicTech sobre el esfuerzo de dos programadores (entre otras cosas) para intentar prevenir que la repetición accidental de dos melodías se pueda considerar legalmente plagio. El equipo, formado por Damien Riehl y Noah Rubin, desarrolló un programa —disponible en GitHub— capaz de generar todas las combinaciones posibles de ocho notas y doce compases a un ritmo de trescientas mil melodías por segundo. El resultado fue publicado al dominio público y además archivado en Internet Archive. La idea es que, llegado el caso, se pueda defender la posición que cualquiera de éstas melodías son de dominio público, lo que demuestra la locura del sistema de copyright prevalente, como señalan en Hypebot.

En esta ocasión no es pertinente acompañar la entrada con mujeres desnudas así que, en su lugar, enlazo con la charla de Damien Riehl donde habla sobre todo este asunto:

Fotograma del vídeo de la charla «Copyrighting all the melodies to avoid accidental infringement»de Damien Riehl para TEDxMinneapolis [].

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Pues es hora de citar al autor original de la fotografía anterior, vista en Metal Injection sin atribución. Tampoco es que sea difícil, una búsqueda en Google revela de inmediato imágenes que parecen de la misma sesión de fotos, lo que lleva —con poco esfuerzo— a la referencia de la imagen original en la web del autor, Chris Walter.

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Gracias a Al llego a la galería en Behance titulada «Stephen King’s Stranger Love Songs»:

Stephen King es un uno de los autores más influyentes de horror, ficción sobrenatural, suspense, ciencia ficción y fantasía. Su oscura y retorcida imaginación ha sido crucial dando forma a la cultural popular contemporánea desde finales de los años 70, cuando sus novelas fueron descubiertas por primera vez por cineastas como Stanley Kubrik y Brian De Palma, hasta fechas más recientes con series de televisión modernas como Stranger Things homenajeando su brillante influencia y su monumental contribución a la cultura pop.

Esta serie imagina un universo alternativo donde algunas de las canciones sobre corazones rotos más desesperadas y trágicas de los años 70 y 80 fueran novelas escritas por Stephen King. El concepto es echar una mirada al lado oscuro del amor a través de la lente de la cultura popular, poniendo en juego aspectos retorcidos de estas historias clásicas con el significado original de kas canciones, que pueden ser completamente subvertidas y enfatizadas de manera extraña, rindiendo a su ve tributo al diseño clásico de las portadas originales de los libros.

El resultado es el siguiente:

A toda esta serie sólo le pongo una pega.

Me gusta lo suficiente el trabajo de Butcher Billy como para que le haya mencionado por aquí al menos una vez al año desde 2014. Parte de su encanto reside en las obras que, siendo mezclas y re-interpretaciones, rinden homenaje claro a las fuentes de inspiración.

Sin embargo, creo que las referencias no son tan claras en este caso y que hubiera sido un buen gesto indicar el origen del material que ha utilizado, en los casos que no son de elaboración propia. Por ejemplo, la portada con las letras de «Every Breath You Take» está compuesta en gran parte por una imagen especular de la que se utilizó para el material promocional de Black Sunday:

Póster de la película de 1960 «Black Sunday».

Es la misma imagen que se ve con un esquema de color distinto, entre otros muchos casos, en el steelbook de la película en Blu-ray editada por Arrow hace tres años.

La imagen del póster anterior, sacada de esta entrada en AnimationResources.org, me lleva a otra cuestión. Butcher Billy comercializa este material en distintos formatos, con al menos uno de los productos incluyendo la obra derivada señalada. Por otro lado, en la esquina inferior izquierda del póster hay una marca de copyright de 1961 y, aunque cuesta leerlo, a la derecha se puede ver un texto indicando que el propietario del material era la National Screen Service Corp. La imagen estaría en el periodo cubierto por la duración de los derechos de propiedad intelectual en los EE.UU., salvo que no se hubiera renovado el copyright.

Tengo mis opiniones sobre las leyes de propiedad intelectual pero he reconocer que conozco menos del tema de lo que me gustaría. Por eso me viene al pelo —y casa bastante bien con el tono de esta entrada en general— este vídeo titulado «Night of the Living Dead – Horrors of Copyright» [07m01s].

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Me comenta Alfil que el vídeo al que señalaba desde un post anterior en la entrada de ayer ha sido retirado «porque la cuenta de YouTube asociada a él se ha cancelado. El motivo de la cancelación es que ha habido a varias notificaciones de infracción de derechos de copyright procedentes de terceros». Espero que las reclamaciones no se centrasen en el vídeo en cuestión, que se puede seguir encontrando de todas maneras [04m45s], porque me parecería ridículo. Si algo así constituye una violación de derechos de copyright espero que siga habiendo muchos «piratas».


Visto en jottworld.