Aunque no haya puesto muchas muestras de caricaturas en este blog, me parece fascinante la capacidad de identificar y resaltar los rasgos característicos de algo haciendo que sea inmediatamente reconocible a pesar de la falta de realismo. Me pregunto si en algún momento se ha podido corroborar o refutar la teoría que mencionaban en The Human Face [], un documental de 2001 presentado por John Cleese, sobre cómo el proceso de caricaturización podría ser similar al que realiza el cerebro para recordar rostros.
A pesar de mi admiración por alguno de los sujetos anteriores y por el talento del húngaro no creo que llegase a poner estas ilustraciones en mi casa, aunque me parecen un elemento de decoración genial. Claro que mis gustos decorativos son prácticamente nulos, así que, ¿qué sabré yo? De hecho, viendo la caricatura de Zakk Wylde se me pasa por la cabeza que, en otras circunstancias, quizás mi forma de decorar habitaciones hubiera sido colgando guitarras como Greg Capullo con sus guitarras de Wylde Audio.
La novela gráfica «Among the Living» reune un reparto de renombre del entorno de los cómics y la música en una historia pista a pista inspirada por uno de los discos de heavy metal más significativos. […]
Una antología narrada por «The Not Man», la mascota de Anthrax de toda la vida re-diseñada por Greg Nicotero (The Walking Dead); Among the Living auna a Charlie Benante y Scott Ian con los escritores Brian Azzarello, Grant Morrison, Jimmy Palmiotti, Brian Posehn, Rick Remender, Corey Taylor, Joseph Trohman, Gerard y Mikey Way, y Rob Zombie, con más que serán anunciados. Los artistas incluyen a Roland Boschi, Maan House, Dave Johnson, Scott Koblish, Darrick Robertson y Erik Rodriguez, y más, con portadas por Charlie Benante, JG Jones y Eric Powell. Los integrantes de Anthrax Benante e Ian colaborarán en una historia original inspirada por un tema favorito de los fans, «I Am the Law», protagonizada por el juez Dredd, el legendario anti-héroe de los cómics, en colaboración con 2000 AD. […]
Este extenso proyecto se ofrecerá en múltiples formatos, con ediciones deluxe y super deluxe que incluyen un vinilo ilustrado especial, un juguete MadBalls exclusivo, litografías e incluso una placa de disco de oro.
Quien tenga interés puede reservar su copia en la tienda de Z2, donde econtrará opciones desde los $24,99 de la versión sencilla en tapa blanda a los $399,99 de la edición super deluxe limitada a 666 unidades, pasando por una edición en tapa dura por $39,99 y una edición deluxe limitada a 3333 unidades por $99,99.
Como curiosidad, el nombre de Eric Powell también figura en los créditos del cómic de Slayer de hace unos años, con lo que ya tiene dos tachuelas de los «cuatro grandes» del thrash metal americano. No he visto que tenga alguna colaboración con Metallica y no veo que haya participado en la novela gráfica de Megadeth del año pasado.
Ayer me topé con dos noticias sobre FaceApp, un servicio de alteración de retratos fotográficos cuya existencia desconcía por completo. Por lo que leí en TechCrunch, ha habido una nueva ola de preocupación por lo que se pueda hacer con los contenidos que suben los usuarios, especialmente con las fotos que facilitan para ser tratadas.
A estas alturas de la película, es ingenuo pensar que cualquier contenido que un usuario facilite no vaya a ser usado y abusado, especialmente cuando se reservan dicho derecho a través de sus términos de uso. Como es igual de ingenuo asumir que todos nos leemos todos los términos de uso, voy a extraer y traducir de la mejor manera que pueda una parte pertinente de dicho documento:
Usted otorga a FaceApp una licencia, perpetua, irrevocable, no-exclusiva, libre de royalties, mundial, ya pagada, transferible y sub-licenciable para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear obras derivadas de, distribuir, actuar y mostrar en público su [material que haya facilitado] y cualquier nombre, nombre de usario o parecido provistos en conexión con [dicho material] en todos los formatos de medios y canales conocidos en la actualidad o desarrollados posteriormente, sin compensación para usted.
Todo esto se aleja un poco de lo que suelo tratar en este espacio si no fuera por el artículo que vi en Metal Injection, donde recopilaban retratos de músicos envejecidos con el servicio en cuestión. Los términos de uso también requieren que el usuario tenga los derechos pertinentes sobre el material que envía y no estoy seguro que se haya respetado pero, en cualquier caso, aquí hay alguno de los resultados: