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El año 1954 tiene varias películas que destacan en mi particular panteón cinematográfico. Es el año de «La ventana indiscreta», que para mí es una película perfecta, y de otra película de Hitchcock con Grace Kelly que no se queda corta, «Crimen perfecto». También es el año de «La mujer y el monstruo», cuyo título suena a la combinación de otras dos producciones del mismo año: «Sabrina» y «gojira». Y, aprovechando que el すみがわ pasa por とうきょう, es imposible mencionar el quincuagésimo cuarto año del siglo pasado y el séptimo arte de factura nipona sin señalar «しちにんnoさむらい».

No habiendo ni siquiera nacido, la mayor parte de las películas que reconozco de esa época en general y ese año en particular las vi cuando ya tenía uso de razón, con alguna salvedad. Por ejemplo, recuerdo haber visto «Rebelión en la granja» antes de haber leído el libro, al revés de lo que me ocurrió con la razón de todo este circunloquio: «Veinte mil leguas de viaje submarino».

Hace tiempo que no la veo pero todavía recuerdo bastante de la película, incluyendo la melodía de «A Whale Of A Tale» [], tema que cantó el propio Kirk Douglas y que fue grabado y distribuido por Decca Records.

Portada de la partitura de «A Whale Of A Tale».
Fuente: flickr. Créditos: Wonderland Music Company, Inc./Walt Disney Productions.

Debo reconocer una grave carencia en mi conocimiento de salomas y otras composiciones marineras, si es que la canción anterior se puede clasificar como tal, y se reduce a lo visto en películas. De hecho, que ahora caiga, recuerdo alguna de las que salen en «Capitanes intrépidos» (𝄆¡Qué hombre tan patán!𝄇) y en «Abbott and Costello Meet Captain Kidd». Bueno, también suelo canturrear «Fucked With an Anchor» de Alestorm pero creo que esa canción no ha salido en ninguna película, de momento.

También me parece pertinente mencionar a Issur Danielovitch Demsky en su papel de productor, ya que se le suele reconocer el mérito de contratar a Dalton Trumbo para «Espartaco» y conseguir, con ayuda de Charles Laughton (el mismo Captain Kidd) y Lawrence Olivier, que fuera debidamente acreditado aunque estuviera en la lista negra de Hollywood. Años más tarde, Trumbo adaptaría su novela de 1939 «Johnny cogió su fusil» a guión cinematográfico para dirigir él mismo la película que muchos conocimos por figurar en el vídeo de «One» de Metallica.

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No sé si debería poner un aviso de pequeños spoilers de un capítulo de 2007 de The IT Crowd, del primer anuncio de la (todavía no estrenada) serie del Castigador y de Johnny cogió su fusil. Pensando en lo que voy a mencionar, no creo que vaya a contar nada que los fastidie. Aunque quizás lo vea pertinente porque yo lo agradecería: suelo intentar no conocer por adelantado nada de algo que prefiero descubrir por mi cuenta. No es tanto que me estropeen alguna sorpresa de un libro o una película, si no que prefiero formar mi propia opinión evitando en la medida posible prejuicios y expectativas. Y esto me lleva a la serie británica que he mencionado.

En el tercer episodio de la segunda temporada de The IT Crowd uno de los personajes intenta por todos los medios que no le revienten una película que quiere ver. Debo confesar que ya en su momento me sentí bastante identificado en algunos aspectos y con la edad no he mejorado. Sin embargo, hay ciertas cosas que son demasiado tentadoras. Y eso me lleva a la serie del Castigador.

Hace un mes sacaron un trailer de The Punisher [02m25s], la serie de Netflix protagonizada por Frank Castle, personaje por el que siento especial debilidad —su Año Uno sigue siendo uno de mis cómics favoritos— y que fue de lo mejor de la segunda temporada de Daredevil. Inicialmente iba a procurar evitar verlo pero al enterarme que habían utilizado «One» decidí echarle un ojo.

Imagen del trailer de Marvel’s The Punisher.

Es de sobra conocido el vídeo original de la canción con las imágenes de la película de Trumbo, que terminaba con un irónico «Dulce et decorum est pro patria mori». No hubiera estado de más que el trailer terminara con la frase que el sargento del campamento militar obligaba a recitar a Castle como si fuera una oración: «Si vis pacem, para bellum».