Aunque no haya puesto muchas muestras de caricaturas en este blog, me parece fascinante la capacidad de identificar y resaltar los rasgos característicos de algo haciendo que sea inmediatamente reconocible a pesar de la falta de realismo. Me pregunto si en algún momento se ha podido corroborar o refutar la teoría que mencionaban en The Human Face [], un documental de 2001 presentado por John Cleese, sobre cómo el proceso de caricaturización podría ser similar al que realiza el cerebro para recordar rostros.
Todo esto viene a cuento de toparme el otro día con una de las caricaturas de Ábrahám Szomor en Displate, de las que dejo una muestra a continuación:
A pesar de mi admiración por alguno de los sujetos anteriores y por el talento del húngaro no creo que llegase a poner estas ilustraciones en mi casa, aunque me parecen un elemento de decoración genial. Claro que mis gustos decorativos son prácticamente nulos, así que, ¿qué sabré yo? De hecho, viendo la caricatura de Zakk Wylde se me pasa por la cabeza que, en otras circunstancias, quizás mi forma de decorar habitaciones hubiera sido colgando guitarras como Greg Capullo con sus guitarras de Wylde Audio.