El año pasado apunté unas ediciones de un par de los especiales de Halloween de Frank Zappa y este año me acordé, y miré a ver si habrían anunciado algo similar por estas fechas. No encontré nada reciente, lo cual no quiere decir que este año no hubiera una novedad de este tipo. Únicamente que la anunciaron a mediados de agosto:
Por primera vez, los históricos conciertos de las noches del 31 de octubre y 1 de noviembre grabados en The Palladium en 1981 serán publicados como una gigantesca caja recopilatoria de seis discos, con 78 pistas en directo para hacer un total de más de siete horas de actuaciones en directo de tres conciertos enteros. […] La caja con disfraz especialmente diseñada incluirá una máscara del conde Frankula junto a una capa negra y roja […]. [… L]os conciertos han sido nuevamente mezclados por Craig Parker Adams en 2020 a partir de las cintas maestras analógicas originales Ampex 465 de 2 pulgadas y 24 pistas. Esta edición […] también incluye un libreto de 40 páginas con fotos de John Livzey del evento y nuevas notas […]. Además, también se pondrá a la venta una versión en 1 CD titulada Halloween 81: Highlights From The Palladium, New York City, con actuaciones de los tres espectáculos junto a una pista exclusiva, «Strictly Genteel», del concierto del 1 de noviembre, que no está incluida en la caja recopilatoria.
A lo largo de los 70 y los 80, el iconoclasta compositor Frank Zappa hizo una serie de impresionantes, ahora legendarios, espectáculos alrededor de Halloween cada año para celebrar su festividad favorita. Antes de asentarse en Nueva York en 1974 como sede de sus celebraciones anuales en disfraz, que continuarían hasta que retiró la tradición en 1984, Zappa, encabezando una emocionante nueva banda, dio dos excitantes conciertos de Halloween seguidos el año anterior en el Auditorium Theater de Chicago. Mientras que muchos de los espectáculos en NYC no se pudieron grabar, debido a que las exorbitantes tarifas que cobraba el sindicato de músicos hacían que fuese prácticamente imposible que Zappa se pudiera permitir grabar el evento, no había tales restricciones en el espectáculo de Chicago — fiel a la forma de ser de Zappa, por supuesto, fue grabado.
Aquí tengo que hacer un inciso.
No sé cuáles serían las tarifas que el sindicato de músicos de Nueva York cobraba, por lo que no puedo decir si eran exorbitantes o no; y no sé cómo se gestionaban, con lo que tampoco sé si eran justas. Lo que sí sé es que disponer de músicos para grabar música no es ni una necesidad ni un derecho, mientras que cobrar por el trabajo de los músicos sí que lo es.
El mes pasado hacía mención a un artículo de Kate Wagner sobre la crueldad del mundo de la música clásica, que comienza contando lo que supone la inactividad forzada para los miembros del sindicato de la Orquesta Sinfónica de Baltimore, por no aceptar una reducción salarial del veinte porciento. Esta clase de sindicatos no son representantes de los músicos, son los propios músicos.
Hasta aquí el inciso. Ahora, vuelvo a señalar lo que dicen en el párrafo citado: pudieron grabar el concierto de Chicago porque no tenían que pagarles tanto como al sindicato (es decir, a los músicos) de Nueva York. Corríjanme si me equivoco.
Por cierto, en la página del producto tienen un enlace para los clientes de California con información sobre algo llamado proposition 65. Como soy una persona curiosa, lo he pinchado y me ha salido un aviso diciendo que este producto contiene un [compuesto] químico sabido por el estado de California que causa de cáncer, defectos congénitos u otros daños reporductivos. Cuesta $99,98, gastos de envío no incluidos.
El día 12 de enero se cumplieron 50 años de la emisión del primer capítulo de la serie de televisión de Batman. Lo hubiese comentado ese día, tras la entrada por Lemmy —enlazando con otra de hace unos años sobre la alianza entre Batman y Motörhead y aprovechando para mencionar que hace no mucho había muerto también Phil Taylor, pero la noticia de la muerte de Bowie me pareció más pertinente.
Estuve apunto de volver a dejarlo para otro día después de enterarme del fallecimiento de Alan Rickman pero no creo que tuviese mucho que aportar. Incluso desconocía su participación en proyectos musicales de Mike Oldfield y Texas.
Y, hablando de participación, en la entrada sobre la serie de televisión de Sammy Davis Jr. (quien habría alguna breve aparación en la del hombre murciélago) que su reparto tentativo incluía al mismísimo Batman, el señor Adam West. Un señor West quien, en el primer episodio de la serie dio vida al Batusi, el famoso gesto que se ve en el baile de Pulp Fiction:
En el tumblr de donde está sacada la imagen anterior se pueden ver otros GIFs animados donde figura la persona con quien Batman baila, la espectacular Jill St. John, quizás más conocida por su papel en “Diamantes para la eternidad”. Puede que otros la reconozcan también por estar casada con Robert Wagner en la actualidad, quien a su vez estuvo casado (dos veces) con Natalie Wood, compañera de la señorita St. John en la Children’s Ballet Company. Aunque todo esto sería hacerle de menos a una persona con un coeficiente intelectual de 162, que terminó la educación secundaria con 14 años y al año siguiente ingresó en la UCLA Extension School.
Hablando de bailes, tampoco hay que olvidar el que se marcó Burt Ward como Robin en un episodio de la segunda temporada que ahora no tengo identificado (entra en un establecimiento y se pone a bailar tras decir «Groovy»). También es posible que sea más interesante saber que grabó algunas canciones con Frank Zappa como productor e incluso compositor. Y aquí podría ponerme a hablar de Zappa…
En fin, que la serie es una fuente de entretenimiento y anécdotas, y no tiene desperdicio.
Viene un poco a santo de la mención del otro día a Zappa y Me recordó un poco al Sandman de Gaiman, supongo que por los ojos más que nada. Lo curioso es que entre los otros dibujos de este mismo había otro de Hendrix que había visto hace tiempo en el blog de Brian Michale Bendis y se me había pasado poner por aquí: