Hoy es el Día de la Toalla, en honor a Douglas Adams. Dada su afición por la guitarra, algo que se me pasó precisar en el breve apunte que hice sobre el señor Adams y la música, he estado apunto de volver a poner la actuación de Danny Gatton en Austin City Limits en 1991. El porqué de poner ese vídeo y no el del mismo Douglas Adams tocando con Pink Floyd [07m08s], por ejemplo, se debe a la fecha y a lo que hace el guitarrista estadounidense a partir del minuto veintidós. Véanlo, no tiene desperdicio.
Con todo, al final me pareció más interesante colgar esto:
La foto anterior muestra a un joven Neil Gaiman en una entrevista con Adams, y es una versión a mayor resolución y ligeramente recortada de la que Gaiman puso en su tumblr hace unos años junto al siguiente texto (traducido libremente):
Douglas Adams y yo, en octubre de 1983, de cuando yo era una Periodista de 22 años. Esta es una Polaroid de prueba que Henry el fotógrafo me dió, tomada mientras hacía pruebas de disparos. Me alegra tenerla aún.
(Esto era cuando yo llevaba ropa colorida y también de cuando fumaba. Y usaba gafas tintadas porque pensaba que me hacían parecer mayor.)
Douglas está tocando a la guitarra la canción de Marvin, el Androide Paranoide, “How I Hate The Night” pero ya no se le puede oír cantar. Fue hace demasiado.
Según Gaiman, este encuentro con Adams fue el catalizador de su carrera como escritor e impulsó la creación del texto que llevaría a su colaboración con Terry Pratchett en «Buenos presagios». Por cierto, parece que finalmente tendremos una serie de televisión basada en este libro y se podrá ver el año que viene en Prime Video, la misma plataforma en la que ya están disponibles los cuatro primero capítulos de otra serie basada en un libro de Gaiman, «American Gods». Aunque todavía no he disfrutado de esta preciosa edición que me han regalado sin merecerlo, he empezado a ver la serie y me está resultando entretenida.
Y, viendo que me voy por las ramas y por volver al tema que me ocupaba, voy a cerrar con otro juego de palabras, algo más elaborado que el del martes pasado y atribuido a Douglas Adams:
You can tune a guitar, but you can’t tuna fish. Unless of course, you play bass.