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Hace unos días leía en Metal Injection que Slayer ha licenciado una serie de productos de bicicletas denominados Subrosa x Slayer que incluyen, hasta la fecha, cuatro modelos de bicicleta (700c UTB, 20" BMX, 26" BMX y 12" Balance), un sillín y un cuadro:

Y al día siguiente veía nuevamente en Metal Injection que Rammstein también tiene a la venta una bicicleta en su tienda (con anuncio [00m45s] y todo):

Estos dos grupos no llegan al nivel de Kiss pero van aprendiendo.

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Al final pude probar la Trooper 666 de Iron Maiden y Robinsons y, aunque no entiendo mucho de bebidas alcohólicas, me ha gustado más que otras que he catado de otros grupos, como la de AC/DC y la de KISS. Ya puestos, no estaría mal darle un tiento a otras, aunque sólo fuese por curiosidad. Un ejemplo podría ser la Black Tongue de Mastodon, anunciada a mediados de noviembre de 2013:

En los últimos años se han lanzado varios productos de este tipo, aunque la sensación que yo tengo es que al menos inicialmente eran sobre todo vinos. En junio de 2012 me hacía eco de la salida al mercado del vino de Slayer y recuerdo que poco después Blind Guardian hizo algo parecido. Algunos músicos han llegado a convertirlo en un negocio, como es el caso de las bodegas Caduceus de Maynard James Keenan o, más recientemente, las viñas Mustaine de Dave Mustaine.

Y los hay que han optado por otras bebidas espirituosas. Por ejemplo, Kerry King tiene su whiskey Coldcock mientras que los chicos de Rammstein optaron por comercializar vodka «Feuer & Wasser»:

Claro que si quisiera un vodka probablemente probaría antes el Crystal Head de Dan Aykroyd, uno de los Blues Brothers:

Buscando algo más sobre estos productos me tope con Metal and Wine, donde se pueden comprar unos cuantos, además de otros que no he mencionado. Me pregunto si habrá algún servicio similar en España…

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El clip anterior es un fragmento de la película de Harry Potter and the Goblet of Fire donde se puede ver a Phil Selway, batería de Radiohead, tocando con el grupo ficticio The Weird Sisters la canción Do The Hippogriff [03m51s]. La captura que lo sucede pertenece al vídeo de «Amerika» [04m17s] de Rammstein. En ambos casos, como adelanta el título de esta entrada, están usando el mismo tipo de batería, diseñada y fabricada por la compañía Staccato.

Repasando la historia oficial de la batería se ve que hubo unos cuantos artistas de renombre que utilizaron este kit, fundamentalmente en los 70. Mitch Mitchell, batería de Hendrix, fue la primera persona en tocar con ella en vivo. Keith Moon y John Bonham, a quienes mencionaba juntos hace no tanto, también la usaron. De hecho se puede ver a este último, participando en la sesión de la «Rockestra» [42m16s] que organizó Paul McCartney el 3 de octubre de 1978, tocando la batería en cuestión:

Como anécdota, McCartney comentó que había previsto que Moon también participase pero falleció el mes anterior. Y también como algo anecdótico, en 1977 Nicko McBrain colaboró en la publicación de un artículo sobre esta batería en la revista «Sounds»:

Por lo que dicen llegó a usar esta batería en directo cuando tocaba con el grupo francés Trust, de quienes puse el vídeo de «Antisocial» en este blog hace siete años.

Al igual que el SynthAxe que aparecía por aquí antesdeayer, este invento fue concebido y fabricado por un hijo de la Gran Bretaña. Desconozco si la teoría del efecto de la forma de estos tambores sobre su tono y volumen es cierta, y los textos que he encontrado al respecto tampoco ofrecen detalles. Con todo, no deja de ser original.

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Ponían hace unos días en Boing Boing un enlace a Monsters of Grok:

+ Fake band t-shirts for history’s greatest minds.

+ I don’t know about you, but I think science and philosophy are pretty bad ass, so join me in rocking out with some the most influential thinkers of all time!

¿Qué pinta tiene eso? Pues esta:

Me avergüenza reconocer que varios de los «logotipos» me resultan más familiares que la obra de los sujetos a los que hacen referencia. Wikipedia para qué te quiero…

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Segundo día de festival, con un cartel más a mi gusto.

Habíamos decidido acercarnos a ver Annihilator a pesar del calor y no nos arrepentimos. El Sol brillaba contra el escenario y una máquina echaba agua al suelo para intentar evitar, sin mucho éxito, que se levantase tanto polvo. En esas condiciones tanto el grupo como el público tendríamos que sufrir un poco pero, a la postre, mereció la pena.

Antes de salir al escenario se pudo ver a Dave Padden tras los Hughes & Kettner que tenían sobre el escenario. También se pudo ver como se paseaban las Epiphone Annihilation-V de Jeff Waters pero no fue hasta que el grupo salió al escenario que el público reaccionó. El concierto comenzó con «The Box» y un sonido bueno. Mi temor era que la batería fuese la indeseada protagonista otra vez pero por lo general estaba bien equilibrada dentro del sonido del grupo. De hecho, estaba todo a un buen nivel, al menos desde donde lo escuchamos nosotros, aunque un pelín más de volumen en la guitarra de Waters durante los solos no hubiese hecho daño. El bajo se escuchaba muy bien y tanto la voz como la guitarra de Padden se distinguían bien en la mezcla.

A pesar de lo reducido del concierto todo el grupo pudo lucirse en mayor o menor medida. Los que más brillaron, desde mi punto de vista, fueron Padden y Waters. El cantante acompañó perfectamente con su guitarra al mismo tiempo que no fallaba ni un registro vocal en las canciones. En las pocas palabras que pudo cruzar con el público estuvo correcto, mencionando el calor que hacía, y durante la actuación estuvo bastante activo, teniendo en cuenta que estaba ligado al micrófono. Jeff Waters fue divertido, con gestos y saludos al público, y su forma de tocar resulta espectacular por la aparente facilidad con la que hace todo. En el concierto no recuerdo oírle fallar en ningún punto, incluso en los momentos más complicados.

El repertorio fue una muestra necesariamente corta de la discografía del grupo. Tocaron «Ambush» y «King Of The Kill» (presentada por el propio Waters) antes de «Ultra-Motion». A pesar de lo reducido de su tiempo consiguieron colocar clásicos como «Set The World On Fire» y «Fun Palace». Del último disco tocaron «The Trend», qué resultó ser el previo a «Alison Hell» y el final del concierto. Si tengo la oportunidad de volver a verlos con un repertorio más amplio me apuntaré sin dudarlo.

Tras la actuación de Annihilator decidimos irnos del festival para volver más tarde, refrescados y descansados.

Soufly eran los siguientes que queríamos ver. Habiendo visto a Sepultura y a Cavalera Conspiracy tenía interés por ver como es el grupo de Max Cavalera en directo pero tampoco me iba a pegar por verlo especialmente cerca. Así que nos planificamos para llegar más o menos justos al comienzo de la actuación en el segundo escenario y verlo desde un sitio cómodo, lejos del Wall Of Death que Max organizó en medio del concierto.

A su hora se colocaron sobre las tablas Cavalera y cía. y empezaron un concierto que no creo que defraudase a los aficionados del grupo. Desde donde estaba el sonido era bueno, aunque supongo que la gente más cercana no estaría escuchando mucho más que el bombo de la batería. La guitarra de Max sí estaba algo baja pero tanto el bajista como la guitarra de Marc Rizzo cubrían de sobra el sonido de los distintos temas.

El repertorio incluyó «Blood Fire War Hate», «Prophecy», «Back To The Primitive» y «Seek ‘N’ Strike». La primera versión de Sepultura fue «Refuse/Resist», con Igor Cavalera (el hijo de Max, no el hermano) a la batería. Fue un espectáculo bastante familiar, ya que Richie Cavalera había salido anteriormente. También hubo un momento para el recuerdo, cuando tocaron los primeros compases de «Walk» de Pantera.

Hubo dos versiones más de Sepultura, «Attitude» y «Roots Bloody Roots». Esta última fue la penúltima del concierto, que cerraron con una mezcla de «Jumpthefuckup» y «Eye For An Eye». Si no recuerdo mal, el repertorio incluyó cuatro temas más «Unleash», «Bloodbath & Beyond», «Porrada » y «L.O.T.M.» pero no sabría concretar ahora mismo el orden. De todas maneras, antes de terminar el concierto ya teníamos la cabeza puesta en colocarnos en un sitio decente para el siguiente, en el escenario grande.

Alice In Chains es un grupo que mi hermano tenía bastante más interés en ver que yo. Nunca me llamaron especialmente la atención y, aunque recientemente había estado escuchando bastante «Facelift», «Dirt» y «Jar Of Flies», no me resultaban tan interesantes como otros grupos en el cartel.

Puedo decir siendo totalmente sincero que su directo me gustó más que los discos. Puede que no sea algo espectacular pero el concierto estuvo bastante bien. El sonido fue bueno (a una cierta distancia) y las canciones, a pesar de no reconocer muchas de ellas, no estuvieron mal. Si acaso en algún momento pecaron en exceso de lentos pero poca más crítica les puedo hacer. No he escuchado su último disco y no sé nada del «nuevo» cantante (lleva ya unos cinco años con ellos, ¿no?) pero me pareció que lo hacía bien. Para mí el mayor protagonismo lo tiene ahora Jerry Cantrell pero no veo que eso perjudique a la actuación en directo del grupo.

Dada la hora, durante su concierto se fue haciendo de noche, lo que dio un ligero respiro del calor agobiante sufrido durante el día y también empezó a dar un poco más de trabajo a la gente de luces. Respecto a esto Jerry comentó que era su último concierto de la gira europea y que le gustaría dedicar un aplauso a la gente que trabajaba para ellos y había hecho posible cada concierto. Me pareció un buen detalle, que otros tendrían que imitar.

El concierto empezó con «Them Bones», seguido de «Dam That River», que fueron de las pocas que reconocí a la primera, junto con las dos últimas «Would?» y «Rooster». El setlist completo se puede ver en setlist.fm: «Them Bones», «Dam That River», «Rain When I Die», «A Looking In View», «Check My Brain», «Again», «It Ain’t Like That», «Acid Bubble», «We Die Young», «Man in a box», «Would?» y «Rooster».

Cuando terminó la actuación nos dirigimos rápidos a buscar un buen sitio para el siguiente concierto, que sí despertaba en mí un mayor interés.

A veces se me olvida cuánto me gusta Megadeth. Afortunadamente sólo tengo que ir a un concierto suyo para recordarlo. Incluso si el sonido frente a la mesa de mezclas es pésimo, con los bombos de la batería aniquilando cualquier rastro de otro sonido, las guitarras a unos volúmenes irrisorios, el bajo desaparecido en combate y la voz totalmente inestable.

Supongo que debí haberme movido para buscar un sitio con mejor acústica pero me lo estaba pasando demasiado bien donde estaba como para moverme. Mustaine y sus chicos, con Ellefson reincorporado a las filas, presentaron un concierto con más de una sorpresa agradable y sobre todo mucho talento. Drover realiza un trabajo cada vez mejor a la batería, seis años después de su incorporación al grupo. A Ellefson apenas le escuché pero pude verle muy activo durante todo el concierto. Broderick es un auténtico monstruo a la guitarra y punto. Dave, que es un guitarrista espectacular, no podría haber conseguido un mejor compañero a la guitarra.

El repertorio estuvo muy centrado en los temas antiguos. Para empezar pudimos disfrutar de «Wake Up Dead» seguido de «In My Darkest Hour». Evidentemente tampoco iba a dejar de lado su trabajo más reciente así que en el concierto también se escuchó «Headcrusher» para que, a continuación, tocasen una canción que Mustaine compuso «hace unos 20 años»: «Holy Wars… The Punishment Due». La siguió de «Hangar 18» pero, para nuestra desgracia, no tocaron el Rust In Peace entero. Sí escuchamos «Poison Was The Cure» y «Tornado of Souls» antes de pasar a «Trust», que fue coreada con ganas. Incorporaron «Angry Again», que no recuerdo haber escuchado en directo, y no faltó «A Tout Le Monde», para que el público pudiese volver a cantar. «Sweating Bullets» y «Symphony Of Destruction» se añadieron a la lista de clásicos que nos estaban regalando.

Si tengo que señalar algo que me gustaste menos, aparte del sonido, sería la inclusión de «She-Wolf», que nunca me ha convencido. En cualquier caso a continuación tocaron «Peace Sells» para injertar, en medio de la canción, «Mechanix». Un reprise del final de «Holy Wars» firmó el final del concierto. La hora escasa que duró la acuación se me hizo corta, hasta el punto de quedarme un rato mientras el grupo se despedía y la mayor parte de la gente corría a ver a los cabeza de cartel en el escenario principal.

Rammstein presentaron un concierto similar al que hicieron en Madrid a finales del año pasado pero recortado y con alguna variación (en esta ocasión pude escuchar «Du Riechst So Gut», por ejemplo). A pesar de conocer todas las sorpresas programadas en el espectáculo volví a disfrutar del concierto de los germanos. Aparte de repetir que me parece que Rammstein monta un espectáculo digno de ver, en esta ocasión voy a ser algo vago y voy a limitarme a señalar a la crónica del concierto en el Palacio de los Deportes del 10 de noviembre de 2009 por si alguien quiere saber qué puede esperar si va a verlos en directo.

Las actuaciones del festival se cerraban con Meshuggah, cuyo concierto me apetecía mucho ver.

Empezaron poco antes de la hora prevista e incluso así se veía menos gente que en otros conciertos. Quizás siendo conscientes de lo complicada de su posición los suecos dieron un buen recital de lo que mejor saben hacer. A pesar de las quejas de varias personas de falta de volumen a mí me pareció que el sonido estaba perfecto. Los músicos se oían con claridad y así se mantuvo durante todo el concierto. Por mencionar algo negativo antes de seguir, lo peor fue soportar las luces parpadeando hacia el público durante determinados momentos. Con todo, bastaba con mirar hacia otro lado un rato y tampoco pasaba nada.

La actitud del grupo fue inmejorable. Durante las canciones se les notaba darlo todo en cada ritmo y cada nota. Entre tema y tema Jens Kidman no se marcó grandes discursos pero sí que picó al público lo que pudo, llegando a decir que era «deaf… retarded and probably gay» para animar a la gente a gritar y que él lo oyese.

El repertorio me dejó bastante contento. Salieron con fuerza con «Combustion», para seguirlo de una de mis favoritas, «Rational Gaze». De su último trabajo tocaron también «Electric Red» y «Bleed», que resultó tan impresionante como en el disco. «Stengah» fue un paréntesis antes de volver a los temas del «obZen» con «Lethargica» y la genial «Pravus». El concierto terminó oficiosamente con «Sane» y «Straws Pulled At Random», aunque al cabo de un rato volvieron para cerrarlo definitivamente con «Future Breed Machine». Lástima que no nos regalasen también la Campfire Version de ese temazo :P .