La semana pasada se celebró la E3 y los sitios especializados en videojuegos se han visto inundados de noticias/propaganda de títulos que saldrán próximamente al mercado. Como consumidor de este tipo de información, eché un ojo a los trailers de unos cuantos juegos que sé que nunca probaré por falta de tiempo y recursos.
Uno de los juegos que está ya en plena campaña de promoción es Gears of War 3. Confieso haber jugado, hace años, unos diez minutos al primero de los juegos de la trilogía en casa de un amigo y haber comprobado lo malo que soy con un mando de consola. El juego no tenía mala pinta y había dos cosas que destacaban para mí.