.

Hace unos días mencionaba el estudio del CSIC sobre la música popular actual donde se señalaba, entre otras cosas, «el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones». Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, enlacé a una reseña ya entrada en años en este mismo blog que, como debería haber comprobado antes, tiene un enlace roto.

Ya que hace un par de días cantaba alabanzas de Music Machinery, hoy voy a señalar otro de sus artículos para cubrir el hueco del que ahora no es alcanzable: The Loudness War Analyzed. Observen las dos gráficas siguientes:

Cierto es que la comparación puede ser algo injusta. Por un lado el sonido de “Death Magnetic” es un caso un tanto extremo. Por otro, comparar la música de Brubeck con la de Metallica, aunque sólo sea por el volumen «normal» que se le puede atribuir a cada una, es poco coherente. Este punto lo señala el propio autor del análisis, igual que las posibles inconsistencias en los datos de partida de su estudio, ya que algunos de los temas procesados podrían proceder de remezclas o remasterizaciones donde se alterase significativamente el volumen respecto a la grabación original.

En cualquiera de los casos, la compresión del rango dinámico parece un hecho contrastable. El artículo mencionado incluye unos cuantos ejemplos más, junto a una clasificación de los artistas de mayor y menor volumen.

It is interesting to see that Avril Lavigne is louder than Metallica and Katy Perry is louder than Megadeth.

Apañados estamos.

.
Reggie Watts disorients you in the most entertaining way []

.

Music Machinery es «un blog sobre tecnología musical por Paul Lamere» muy interesante, al menos para mí. Tiene una buena cantidad de artículos de análisis musical con datos empíricos, material gráfico para acompañar y, en algunos casos, hasta herramientas para replicar el trabajo.

Uno de dichos artículos, escrito en 2009, lo tituló In search of the click track y lo continuó casi un año más tarde con Revisiting the click track. En ellos desarrolla una aproximación sistemática para medir las desviaciones respecto al tempo «teórico» de una grabación, estableciendo una puntuación que indica el grado de probabilidad de que el percusionista estuviese siguiendo una pista de click o que incluso se tratase de una pista programada. Además, reporta el resultado en forma de gráfica:

En el primer caso la variación irregular del tempo se podría atribuir al énfasis y sentimiento imbuídos por Stewart Copeland, mientras que la segunda gráfica podría estar mostrando la precisión aséptica de una pista programada.

Con la información obtenida ha elaborado una base de datos catalogada por artista y tema donde se puede buscar el resultado gráfico de dichos análisis. Los que quieran obtener sus propios resultados pueden utilizar The Echo Nest BPM Explorer, una aplicación web que cumple este cometido.

Claro que este estudio lo que pretende es cuantificar algo que se puede apreciar de forma cualitativa. Para los que estén interesados en hacer música y vayan a utilizar ayudas programadas, pero quieran evitar este efecto, les puede interesar el artículo Programming Realistic Drum Parts en Sound on Sound. Más allá de usar un metrónomo o crear un ritmo sencillo sobre el que practicar alguna vez con la guitarra mis conocimientos de este tipo de programación son nulos, pero no deja de resultarme interesante.

.
Protest The Hero - C'est La Vie []

.

El grupo canadiese recurre a Indiegogo:

[…] We are finally free from all obligations and want to be in control of our “careers”. In general, the record industry is backwards and we’d be stupid to renegotiate with anyone at this time. Crowdfunding seems to be something that’s working. Whether or not this is the next thing for the music industry, it’s a way that supporters of a band can know exactly where their hard earned dollars are going. No middlemen, no commissions, no bullshit.

La última frase no sé si es muy exacta. Sé que las plataformas de micro-mecenazgo suelen imponer una comisión sobre lo recaudado y su papel sí se podría equiparar al de un intermediario. De hecho, en su propio presupuesto contemplan las comisiones de Indiegogo (un cuatro porciento). Con todo, probablemente ofrecen un control más directo sobre la financiación de la campaña y el destino de ese dinero.

Creo que es un acierto y que no tendrán problemas en alcanzar la meta. Además, ya tienen trabajo adelantado.

Protest the Hero NEW ALBUM Crowd Funder []

Les sigo hace una temporada y sus tres discos me gustan, así que he decido darles algo de dinero para el nuevo disco, con la certeza que no decepcionarán.