En su momento me pareció un conjunto fantástico, que seguro que no defraudaría a quien lo pudiera tener, aunque preferí no pensar mucho en ello porque yo era de los que no lo podrían disfrutar. Sin embargo, estaba equivocado y, otro año más, tengo que repetir que me cuidan demasiado bien.
Así que la cuestión principal del artículo no es que me llamase mucho la atención, pero me llevó a una reseña en Sploid que tenía un GIF similar a este:
Según dicen en Colossal, parece que con los componentes adecuados puedes sumergir un tocadiscos y conseguir una reproducción casi perfecta, como demuestra la instalación “Submerged Turntable” del artista Evan Holm [01m04s].
Por suerte para mi economía, nunca me he dejado atrapar por el apasionante mundo del vinilo. Viendo como hay gente que cobra/paga miles de dólares por estos artículos temo que mi afán coleccionista y mis limitaciones presupuestarias sólo me generasen frustraciones.
La muchacha anterior se hace llamar Connie Carter, nombre que no me suena muy checo a pesar de ser la nacionalidad que se atribuye en su página de facebook. En Boobpedia (sí, es un sitio de verdad, aunque a estas alturas no sé ni por qué me sorprendo al encontrar estas cosas) ofrecen más información de ella.