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Hace casi seis años mencionaba que habían demandado a Led Zeppelin por plagio, en particular acusaban de haber copiado parte de «Taurus» de Spirit en «Stairway to Heaven», y a principios de este mes el consecuente juicio se resolvía a favor de Led Zeppelin. En la descripción del contexto que acompaña a la resolución señalan que no se disputa que los caminos de Spirit y Led Zeppelin se cruzaran a finales de los años 1960 y principios de los 1970. Los grupos actuaron en el mismo lugar por lo menos tres veces entre 1968 y 1970. Led Zeppelin también tocaba una versión de una canción de Spirit, Fresh Garbage. Pero no hay evidencia directa que los dos grupos fueran de gira juntos, o que miembros de Led Zeppelin oyeran a Spirit tocando Taurus. El documento completo son setenta y tres páginas, para los que quieran algo que leer y tengan un criterio debidamente formado en estos asuntos, cosa que yo no tengo.

Lo que sí tengo es una opinión sobre qué no considero plagio que bastante con enlazar para no repetir. Hablando de repeticiones, llego vía Hacker News a un artículo en MusicTech sobre el esfuerzo de dos programadores (entre otras cosas) para intentar prevenir que la repetición accidental de dos melodías se pueda considerar legalmente plagio. El equipo, formado por Damien Riehl y Noah Rubin, desarrolló un programa —disponible en GitHub— capaz de generar todas las combinaciones posibles de ocho notas y doce compases a un ritmo de trescientas mil melodías por segundo. El resultado fue publicado al dominio público y además archivado en Internet Archive. La idea es que, llegado el caso, se pueda defender la posición que cualquiera de éstas melodías son de dominio público, lo que demuestra la locura del sistema de copyright prevalente, como señalan en Hypebot.

En esta ocasión no es pertinente acompañar la entrada con mujeres desnudas así que, en su lugar, enlazo con la charla de Damien Riehl donde habla sobre todo este asunto:

Fotograma del vídeo de la charla «Copyrighting all the melodies to avoid accidental infringement»de Damien Riehl para TEDxMinneapolis [].

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Entre los enlaces que tenía apuntados de las últimas semanas se encuentra el de un proyecto recopilatorio de recursos de música clásica con cifras considerables: más de 96.000 obras, 325.000 partituras y 35.000 grabaciones de más 13.000 compositores y casi 350 intérpretes. Y contando. Se trata del IMSLP:

IMSLP significa International Music Score Library Project (Proyecto Biblioteca Internacional de Partituras Musicales). El logo es una letra A mayúscula tomada de la primera impresión de música polifónica jamás realizada, las Harmonice Musices Odhecaton, publicadas en 1501. De su [impresor], Ottaviano Petrucci, toma el nombre nuestra biblioteca.

Dicha obra, por cierto, puede encontrarse dentro de IMSLP. Aunque la presentación «estilo wiki» puede no ser la más intuitiva de navegar hoy en día la cantidad de contenidos hacen de este sitio un tesoro para los que buscan este tipo de material.

A mayúscula del frontispício del Odhecaton A, vista en Gardane.